Diferentes templos religiosos de la ciudad, realizan una tarea minuciosa no solo con la oración sino con las acciones solidarias para aquellos que menos tienen. Ollas populares, copa de leche y hasta confección de barbijos, algunas de las tareas que llevan a Dios más cerca del pueblo.

“Siempre estamos al servicio de la comunidad, más cuando suceden situaciones de estas características. En este sector de la ciudad las necesidades son muy grandes, y cada familia tiene como mínimo tres niños; muchos viviendo el día a día”, dijo en diálogo con La Mañana el pastor Ramón Leiva, del Ministerio Internacional Centro de Gloria.

El Ministerio Internacional Centro de Gloria, que trabaja en conjunto con la Fundación cristiana Josué, está desde hace más de 22 años sobre la calle Ana Elías de Cánepa al 1225, en el barrio República Argentina.

Además, Leiva comentó que muchas personas se sienten presas del miedo y la fobia. “La palabra dice que el justo vivirá por fe. Entonces, ayudamos a las personas para que crean que hay un Dios que tiene el control de la situación, pero debemos estar alentados y motivados por la Palabra para que la fe no se debilite”, reflexionó.

En cuanto a la ayuda diaria que brindan desde la comunidad, aumentó de manera considerable la entrega de bolsones diarios a familias de la zona que no cuentan con un ingreso en este momento.

“Nuestro aporte es mínimo, pero esperamos que esto sirva para que las familias puedan salir adelante. Estamos juntando mercadería no perecedera, principalmente leche para los niños, productos para realizar pan, y verduras, que en ninguna mesa falte lo esencial”, destacó a este matutino.

Por su parte, el pastor Walter Larroza, de la Casa del Alfarero, aseguró: “Si queremos que Dios sostenga nuestra Iglesia en esta temporada” tenemos que salir a dar.

“Creemos que en estos tiempos la Iglesia debe adaptarse a los tiempos que estamos viviendo y no dejar de asistir a la membresía, sino que más que nunca debemos estar presentes”, inició diciendo. “Estamos en cuarentena, pero hemos acordado con las autoridades locales, que esto es un servicio de amor esencial; las carencias no esperan”, destacó.

Desde esta congregación, se lleva todo tipo de productos básicos para la gente más necesitada, sin dejar de tomar los recaudos de seguridad dispuestos.

“Seguimos recibiendo donaciones desde la congregación misma para brindar ayuda a nuestros hermanos. Ya entregamos bolsones de mercaderías para 98 familias, que contienen leche en polvo, harina, aceite, pastas, arroz, yerba, huevos y elementos de limpieza”, enumeró.

Además, resaltó que “a medida que se recolectan las mercaderías, o sea conjunto de ellas, se va entregando, conociendo las necesidades de nuestra congregación”. Y añadió que se están confeccionando barbijos, camisolines, cubre botas y cofias.

“Ya tenemos confeccionados 500 barbijos, alrededor de 100 máscaras protectoras hechas de plástico por impresora 3D con protección de acetato. También tenemos dos merenderos y, en distintos barrios uno a la vez, las ollas populares (sin avisar los barrios para no tener aglomeración), ya se hizo en El Porvenir, Quebrachito, Sagrado Corazón y Lisbel Rivira”, manifestó el pastor a este matutino.

TEMPLOS A DISPOSICIÓN

Días atrás, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) envió una carta de acompañamiento al presidente Alberto Fernández. En la misiva, se puso a disposición los templos, lugares de culto, instalaciones, recursos y voluntariados “para todo aquello en que se lo necesite”, para hacerle frente a la propagación del coronavirus.

Al respecto, este matutino dialogó con el pastor Rubén Martearena, del Centro Evangelístico Formosa, quien confirmó que a esta iniciativa se suman los lugares de culto de la provincia.

“Se hizo un relevamiento de los templos disponibles y la mayoría del país está dispuesto a colaborar, de ser necesario, para alojar y contener a la gente”, afirmó. Remarcó que es esencial la contención emocional que se brinda a los feligreses.

“Hay un equipo de psicólogos y profesionales en teología que pueden brindar todo el apoyo a las personas que nos llaman o escriben vía WhatsApp o redes sociales en este momento de tanto pánico”, subrayó Martearena.

“Incentivamos a los miembros de la congregación a usar sus medios de comunicación para evangelizar, edificar y consolar a muchas personas que están angustiadas, desesperadas y atemorizadas por lo que se está viviendo”, declaró.

Según el religioso, uno de los más grandes problemas que se viven es la paralización del comercio, porque esto genera que aquellos que viven “el día a día” sean los más afectados por la cuarentena.

“Aquellos que tienen un paquete de arroz, yerba, azúcar, fideos o cualquier alimento no perecedero, pueden colaborar con las familias que menos tienen, entendiendo que no sabemos hasta cuándo viviremos esta situación; siempre confiados y sabiendo que Dios está con nosotros”, concluyó.