La AFIP investiga a 17 contribuyentes que cambiaron en 2019 su residencia fiscal a otros países para saber si lo hicieron con el fin de evadir el pago de impuestos.
La titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, dijo en declaraciones a Radio con Vos que el organismo está “haciendo un trabajo de fiscalización muy fuerte porque en 2019 aumentó la cantidad de personas que hicieron cambio de domicilio” fiscal.
“Tenemos que ver si (ese cambio) tiene un objetivo genuino o no. El año pasado fueron 17 y veníamos de un ritmo de 2 o 3 personas”, detalló.
El ritmo de cambios se habría acelerado luego de la derrota de Cambiemos en las PASO, en agosto pasado.
De todos modos, si el cambio ocurrió el año pasado, el contribuyente tiene hasta mediados de este año para justificarlo y, por lo tanto, hasta ahora no cometió ninguna irregularidad en términos fiscales.
En los últimos cambios impositivos que aprobó el Gobierno, se ajustó el criterio de residencia fiscal con mayores exigencias.
La persona que cambia de residencia fiscal para pasar a pagar impuestos en otro país debe mostrar no sólo que vive la mayor parte del año en el exterior, sino que tiene todos los bienes a su nombre y su fuente de ingresos fuera del territorio nacional.
La AFIP tiene la potestad de chequear si la persona cumple con estas exigencias y determinar si el contribuyente no tiene doble residencia fiscal, es decir que pague en el exterior y en la Argentina.
En los casos que menciona Marcó del Pont –quien no brindó los nombres, dado que se encuentran protegidos por el secreto fiscal– si se detectara una irregularidad, se les denegaría el cambio de residencia o se les cobraría por los impuestos que eventualmente no pagaron.
De todos modos, la cifra de 17 personas no suena relevante en el padrón de grandes contribuyentes nacionales, integrado por 860 sociedades y 980 personas; los grandes contribuyentes aportan más del 80% de la recaudación del país.