Por Washington (enviado especial)
En el año 1973, para los conciertos de la presentación de “Artaud”, Spinetta repartió a los asistentes una suerte de manifiesto titulado "Rock: música dura. La suicidada por la sociedad" y aseguraba: “EL QUE RECIBE DEBE COMPRENDER DEFINITIVAMENTE QUE LOS PROYECTOS EN MATERIA DE ROCK ARGENTINO NACEN DE UN INSTINTO”. Así, en mayúsculas, ponía en relieve su carácter intuitivo para la música, más allá de alguna que otra necesidad de intelectualizarlo o volverlo más austero. En permanente transmutación a través del tiempo, el rock nacional tendió puentes con los más vastos géneros y estilos musicales, echando por tierra el carácter prejuicioso del que en muchas ocasiones costó despojarse y que en algunos casos aun existe. El pop, el indie, la neopsicodelia y otros estilos aportaron al movimiento su cuota bailable e incluso desobligada de ciertas demandas.
En la primera jornada del “Cosquín Rock”, nuevas expresiones y tendencias musicales tuvieron su espacio. Goyo Degano y sus “Bandalos Chinos” pusieron a bailar a todo el escenario “Sur” en la primera jornada, con su voz melodiosa puesta a prueba en el mega escenario, su habitual estilo fashionista y un look que hacía recordar a Charly García en su época “La hija de la lágrima”. En la misma línea, los locales “Telescopios” trajeron sus programaciones al centro de la escena, con canciones pegadizas que invitan a un exquisito viaje sonoro interminable.
Los rosarinos “Indios” llevaron su propuesta despreocupada y sutil al “Pop Art XXI” el domingo, escenario donde desembarcaría más tarde “Zero KIll”, proyecto musical de Benito Cerati, que se lo vio relajado, descontracturado y ya libre de presiones. “Conociendo Rusia” levantó los decibeles después de “Indios” y dio paso a los poderosos “Vanthra”, dando muestra de su carácter ecléctico y por momentos desenfrenado. Parado al límite entre la vieja tradición de la música nacional y las nuevas generaciones de artistas de la escena, Mateo Sujatovich se lució con un puñado de canciones para cantar en cualquier parte del día.
Del seno de “Banda de Turistas”, Bruno Albano tuvo su arrojo como solista y testeó sus canciones parsimoniosas con el público en el escenario “Pop Art XXI” el domingo. “Canción común”, “En la cama” y “Pulsame en paz” ya tienen un lugar en la memoria de sus adeptos, que invitaron a ser coreadas en un show íntimo pero no por eso menos genuino.
Los platenses “Un Planeta” se abrieron paso en un horario muy difícil en el escenario “Sur” -con “El Aguante and The Prostitution” teniendo lugar en el “Norte”- la noche del sábado. Gastón Le y su formación echaron mano sin embargo a su repertorio rítmico y pegadizo, con la mejor cara del pop indie.
Desde Santa Fe, “Joystick” rompió el hielo en el escenario “Norte” a primeras horas de la tarde del sábado. La banda elegida por U2 para telonear sus últimos shows en Argentina inyectó una dosis de energía y puso a mover las cabezas al público, todavía modesto, apenas arrancada la grilla.