Medios nacionales informaron que los precios de venta al público de los medicamentos se mantuvieron sin aumentos durante enero, debido a que se sostuvo la disminución del 6,1% promedio en los precios registrada en diciembre. Sin embargo, se alertó que los jubilados que tienen PAMI perdieron este beneficio porque, en simultáneo con el “congelamiento”, los precios de los medicamentos para los afiliados se incrementaron en un 5,2% de noviembre de 2019 a enero de 2020.
Este incremento fue resultado de las modificaciones al Convenio que realizó la gestión de Cambiemos durante el último año, que llevó el “ajuste” de los precios del PAMI de un 0,70% del Índice de Precios al Consumidor en forma trimestral al “ajuste” trimestral por todo el IPC, y en los últimos tres meses al IPC mensual en más de un punto. El PAMI cubre a 4,4 millones de jubilados, sobre un universo de cerca de 7 millones de adultos mayores.
Estos datos son parte de un informe que realizó el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) junto con el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores (CEPPEMA) y la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria (Algec), que hacen un seguimiento con análisis periódicos de la evolución de los precios de los medicamentos y su relación con los ingresos jubilatorios.
Este relevamiento expuso que entre mayo de 2015 y noviembre de 2019, el aumento acumulado de los precios alcanzó el 490%, para luego reducirse en diciembre a 455%, manteniéndose los mismos valores en el mes de enero.
En lo concerniente a este tema, el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, expresó a La Mañana su preocupación por la reciente finalización del “congelamiento” de los valores finales que la administración nacional había acordado con un conjunto importante de laboratorios hasta el 31 de enero de este año.
A su vez, remarcó la necesidad de que los remedios sean declarados “bienes sociales”, como impulsó en su momento el doctor Arturo Oñativia, ministro de Salud del Gobierno de Arturo Illia, para conseguir que sus valores no puedan ser incrementados de manera excesiva.
“Los integrantes de la industria del medicamento son grandes mentirosos. En principio, anunciaron una quita del 9% en los precios a partir del 1 de octubre pasado, algo que nunca existió. Al mismo tiempo, muchos medicamentos aumentaron en ese momento, entre un 12 y un 13%. También, la disminución promedio informada para enero no se observó en los remedos de mayor demanda”, aseveró el doctor.
“La industria del medicamento está integrada por las tres grandes Cámaras de Laboratorios que ‘cartelizaron’ la actividad en 1997 y desde ese momento fijan los precios que quieren. Veremos cómo termina este tema. Siempre terminó mal, durante décadas, porque en Latinoamérica, y en la Argentina, la industria del remedio siempre suele financiar las campañas electorales de los partidos políticos”, explicó Semino a este diario.
“Nosotros venimos presentando pedidos, de manera regular, para conseguir que los medicamentos sean declarados ‘bienes sociales’. El 12 de junio de 1997, cuando se firmó el primer contrato entre el PAMI y la industria del medicamento, presentamos nuestra primera solicitud. Pero vamos a seguir insistiendo”, agregó.
Monodrogas importadas “atadas” al dólar
Por último, Eugenio Semino marcó la relevancia de lograr que los medicamentos genéricos sean una alternativa real frente a los productos elaborados por los grandes laboratorios. “Hoy, el 100% de las monodrogas son importadas, por lo cual sus precios están ‘atados’ a los costos del dólar y a los negocios que realizan los industriales. Nosotros tenemos una Ley de Genéricos totalmente ‘muerta’, porque muchos de esos medicamentos terminaron siendo fabricados por la misma industria convencional del remedio específico, y nunca se formó al verdadero cliente de la farmacia, el médico, para promocionar aquellos medicamentos básicos genéricos que tienen el mismo efecto que los demás remedios, siempre y cuando esté controlado el principio activo”, manifestó.