En diálogo exclusivo con La Mañana, la psicopedagoga María Zysman, titular de la ONG Libres de Bullying, afirmó que los 10 rugbiers acusados de haber matado al joven Fernando Báez Sosa en Villa Gesell son “una patota” que “tiene o cree tener mucho poder”, y que esos jóvenes “no quieren hacerse cargo de lo que hicieron”. También, consideró que el triste suceso tuvo gran repercusión en los medios de comunicación y en la opinión pública debido al descontrol con el cual actuaron los jóvenes rugbiers, la ferocidad del ataque, el desenlace del hecho y que la víctima podría haber sido “el hijo de cualquiera de nosotros”, porque este tipo de situaciones “pueden suceder tanto en lugares de veraneo como en cualquier discoteca”.

La profesional opinó en los medios de comunicación acerca del caso luego de conocer que Pablo Ventura, el joven de 21 años que había sido involucrado por los 10 rugbiers en el asesinato de Báez Sosa en Villa Gesell, fue liberado en el marco de la investigación que sigue la Justicia, tras comprobarse que los jugadores de rugby habían mentido, y que el remero no salió de Zárate durante la jornada del crimen.

“El último fin de semana no quise opinar acerca del tema, porque veía al hecho como algo ajeno a mi trabajo. Después, cuando apareció la culpabilización a otra persona como partícipe de los sucesos, y luego de que se conocieron otros testimonios, quedó claro que podía opinar desde mi campo de acción”, detalló.

“Esa patota acusó al joven Pablo Ventura como si se tratase de un chiste, algo que por lo visto vienen haciendo desde hace varios años y por el cual, ante cada hecho para el cual no tienen una explicación o no quieren reconocer, la culpa ‘es de Pablo’. Así, vienen culpando a ese joven de todo aquello que no quieren reconocer como suyo. Por ello, en este caso existe un vínculo con el bullying”, agregó.

“Aunque se trata de personas que ya son grandes y dejaron el colegio, esta situación debe venir sucediendo desde hace mucho tiempo. Parece que a todos aquellos niños o adolescentes que ‘no encajan’ en un grupo que se cree más poderoso, se les puede hacer cualquier cosa”, advirtió.

“Hay chicos a los cuales no les gusta jugar al fútbol o salir a los mismos lugares que sus compañeros, y que no tienen el mismo sentido del humor que sus compañeros. Por estos motivos, esos menores terminan siendo deliberadamente hostigados, agredidos y humillados”, explicó Zysman a este diario.

Prevención del hostigamiento

A continuación, la experta subrayó la importancia de que las autoridades y el resto de la sociedad trabajen en la prevención de los casos de hostigamiento, al igual que en evitar el ingreso a los consumos problemáticos y desalentar la violencia en la juventud. “Existen varias cuestiones a tratar, como la venta de alcohol y el consumo problemático de sustancias. Espero que puedan ser abordadas lo antes posible”, aseveró.

Asimismo, la especialista indicó que el consumo excesivo de alcohol es un tema “muy profundo”, y expresó: “Desde mi trabajo y mi experiencia, observo que se vende alcohol a los chicos de manera cada vez más precoz, incluso desde ciertas familias, en las cuales los adultos no quieren ser ‘tan antipáticos’ con sus hijos, naturalizando las ‘previas’. Eso va generando un ‘contagio social’, y después resulta muy difícil sostener el límite. Pero hay que hacerlo”.

“Existen temas que se ‘naturalizan’, y que no reciben la importancia que tienen, o no se genera el tiempo necesario para pensarlos, y en un determinado momento ‘explotan’. Deseo que el hecho de Villa Gesell marque ‘un antes y un después’. Quiero ser optimista. El 8 de enero hubo una golpiza similar, y si se hubiese intervenido en ese suceso, la muerte de Fernando no hubiese sucedido. Espero que algo cambie”, manifestó María Zysman.