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HABLEMOS DE IGUALDAD

Grupos MARA: ante el abandono del Estado, las mujeres se acompañan

Una columna por Heliana Guirado



MARA, las redes de contención para luchar contra la violencia de género.



La violencia de género pone en peligro la vida de las mujeres en Argentina y el mundo. Sus raíces no son comprendidas y por ende tampoco atacadas, y el resultado final de la falta de prevención y capacitación es un Estado ineficiente, que violenta.

A pesar de los avances que se consiguieron, se continúa viendo cómo el accionar de la Policía y la Justicia perpetúa la estructura patriarcal que define a esta sociedad. Ante este panorama completamente desalentador, las mujeres (viviendo el dolor en carne propia o en la de alguna compañera) se unen para contener y elaborar redes de trabajo conjunto que tapan los huecos que dejan en una víctima, aquellos que no son capaces de accionar.

Uno de estos grupos es MARA, que nació en Buenos Aires y forma redes de contención que funcionan gracias a Internet. Sus integrantes sueñan con expandirlas a lo largo y ancho de todo el país.

Para conocer en detalle cómo trabajan, La Mañana habló con Maga Dutil, una de las integrantes de la agrupación, quien se dedica al desarrollo de proyectos de políticas públicas y cuenta que su amiga Lucila Corseiro fue clave para arrancar con esta idea, cuyo nombre es un homenaje a la mujer que las inspiró a empezar con este proyecto.

1. ¿Cómo surgió la idea de crear los grupos MARA como redes de contención ante la violencia de género?

Maga Dutil: “La agrupación surgió hace no mucho. Llegó hasta nosotras un pedido de ayuda de alguien víctima de violencia doméstica por parte del padre de sus hijos. En esa situación (en la que había sufrido nuevamente golpes y siendo violentada su vivienda), se encontraba sin un peso, sin crédito en la SUBE y en su celular, con hijos pequeños, sin saber a dónde ir o qué hacer.

En ese momento, no obtuvo la respuesta inmediata que la situación requería por parte de las autoridades. Y a través de WhatsApp e Internet, la fuimos acompañando y ayudando a lo largo del día (le cargamos la SUBE, el celu, le indicamos a dónde ir, qué hacer y qué no y la conectamos con la organización MuMaLa). A ella le sirvió un montón.

MuMaLa enseguida envió compañeras para asesorarla. Creo que el saber que no estás sola te cambia la vida.

Y ahí nos dimos cuenta: si con tan poco, entre varias, podemos ayudar a alguien en esta situación y le sirve ¿por qué no hacerlo con y entre más personas? Entonces, ideamos la Red de Contención ante Emergencias, que es básicamente un grupo de WhatsApp donde mujeres de distintas partes de la ciudad y el conurbano estamos conectadas las 24 hs, y en casos de emergencia, nos activamos todas, y en vez de que el ayudar recaiga en una o pocas personas, entre todas, un poquito cada una, hacemos un montón.

A la vez, compartimos información de importancia para estos casos, como agendas con todos los organismos estatales dedicados a las cuestiones de género por partido y municipio, con dirección, mail y teléfono, que son poco conocidos por la mayoría de nosotras”.

2. ¿Cómo y dónde trabajan actualmente?

MD: “Actualmente no tenemos un espacio físico, y creo que tampoco planeamos tenerlo. Nos manejamos por redes sociales y WhatsApp, que permite el contacto inmediato y directo entre nosotras. Funcionamos en lo inmediato aportando cada una lo que puede según las necesidades: acompañar física y virtualmente, brindar refugio, cargar SUBE y celular para que la persona pueda moverse y no quede incomunicada, que es fundamental.

Una vez pasado el momento de emergencia, vemos a dónde tiene que ir a denunciar, la conectamos con una asociación u organización que se dedique a esto para una resolución a largo plazo. También la acompañamos a la fiscalía si es necesario o cuidamos a los niños en caso de que los haya, pero fundamentalmente queremos que la persona no sienta que está sola.

La idea fue muy bien recibida, y en muy poco tiempo se habían sumado un montón de mujeres, como voluntarias y para pedir ayuda. Contamos también con una psicóloga y una trabajadora social en el equipo”.

3. ¿Cuáles son los objetivos que tienen respecto a la idea de que las redes se extiendan a nivel nacional?

MD: “Tenemos muchas expectativas al respecto, queremos que la red llegue a ser nacional y que una a todas las mujeres del país. Por ahora, hay un solo grupo de WhatsApp, pero la idea es poder empezar a multiplicarlo por zonas, y que las mismas mujeres de la zona se autogestionen, a la vez que cada grupo esté conectado entre sí”.

4. ¿Tienen alguna cifra de la cantidad de mujeres que acompañan?

“No. Como agrupación, hemos decidido no llevar un conteo, es una muestra de respeto hacia las chicas, que no quieren ser convertidas en cifras”.

La violencia de género es un problema mundial y el abandono de los diferentes Estados perpetúa esa violencia. ¿Los testimonios que reciben ustedes reafirman esta teoría? Es decir, ¿las mujeres que acompañan se encuentran siendo revictimizadas por un Estado ausente?

MD: “Si, definitivamente. Si bien se ha avanzado mucho en materia de políticas públicas en este tema, queda aún un muy largo camino por recorrer.

Las mujeres que se acercan a organismos oficiales del Estado son revictimizadas en cada paso que tienen que dar: cuando llaman a la Policía o al SAME y no acude, cuando van a radicar la denuncia y no se la toman, cuando les preguntan cosas como “¿y vos qué hiciste para enojarlo?”, cuando las ‘patean’ de una oficina a otra, a otra comisaría, a otra fiscalía. Cuando tienen que poner un abogado que no pueden pagar y les toca uno del Estado que no tiene ni un poco de perspectiva de género. Y, finalmente, lo mejor a lo que pueden aspirar es a una orden de restricción, que la mayoría de las veces provoca más daño del que previene, ya que genera más violencia en el agresor y las autoridades rara vez hacen un seguimiento o se aseguran que la restricción se cumpla.

He escuchado historias donde en la comisaría le dieron el papel de orden de restricción a la misma mujer para que se lo entregue a su expareja agresora. Definitivamente, todo el trabajo se lo cargan al hombro las numerosas organizaciones sociales y asociaciones civiles, también creadas por las mismas mujeres. Yo la que más conozco (y admiro) es MuMaLa, de quienes aprendí muchísimo y donde uno lea y vea, ellas están”.

Finalmente, Maga asegura que “la deficiencia y abandono de las autoridades permiten que la víctima de violencia quede sola y vulnerable. Es por eso que decidimos agruparnos y cuidarnos unas a otras, aportando lo que cada una pueda, reconociéndonos en este movimiento de mujeres, que como todos sabemos, ya es imparable”.



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