En diálogo con La Mañana, el contador Diego Fernández informó que mañana vence el plazo establecido por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para que los y las contribuyentes monotributistas realicen la recategorización semestral prevista por la Ley 26.565.
Asimismo, mencionó que los nuevos valores de tabla para las categorías vigentes del ejercicio económico 2020 se incrementaron en un 51% respecto al año anterior, debido a la actualización acumulada del monto de las jubilaciones en el 2019.
No obstante, destacó que el porcentaje de actualización resultó ser inferior al índice de inflación que publica regularmente el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC), y que cerró en 53,8% para el año 2019.
A su vez, el profesional puntualizó que con la nueva escala del Monotributo que rige desde el corriente mes, para permanecer en el Régimen Simplificado se debe facturar como tope hasta $ 1.739.493,79 en el caso que la persona se dedique a la prestación de servicios, mientras que para quienes realizan ventas, el límite es de $ 2.609.240,69 al año.
En esta línea, aclaró que si la persona supera el tope establecido por la AFIP en el caso de servicios o de ventas, quedaría excluida del Monotributo, debiendo ingresar directamente al Régimen General de Responsable Inscripto en Impuesto al Valor Agregado y Ganancias, lo cual “no sólo es más complejo, sino que también, en algunos casos, podría aumentar la carga tributaria a los pequeños contribuyentes”.
“El monotributista debe estar correctamente categorizado, en función de los parámetros que marca la ley. Se deberá informar en la recategorización además de los Ingresos Brutos, los kilowatts consumidos en energía eléctrica en los últimos doce meses de enero a diciembre; los alquileres devengados en esa fecha; y la superficie afectada. Con esos datos, se establece una nueva categoría de tabla para el primer semestre del año y hasta la próxima recategorización”, explicó Fernández a este diario.
Asimismo, el especialista aclaró que de acuerdo al Artículo 9 de la Ley 26.565, en cada semestre calendario se deben “calcular los ingresos obtenidos en los últimos doce meses y verificar que los parámetros encuadren en la categoría en la que está inscripto el monotributista y en su caso corregir, que puede aumentar o disminuir, y así evitar la aplicación de sanciones por parte del fisco, que pueden ir desde el bloqueo de la constancia de inscripción a intereses y multas”.
A continuación, remarcó que la recategorización se realiza cada seis meses, y que es obligatoria. “En el caso de que corresponda adaptarse a una nueva categoría, habrá que pagar el monto correspondiente en el siguiente mes, posterior al vencimiento de la recategorización”, acotó.
“Aquellas personas que realicen la recategorización en este mes, abonarán la nueva categoría en febrero de este año. Pero si no hubo cambios, seguirán pagando el monto que indica la categoría actual. En aquellos casos en que no haya modificaciones en los parámetros, se deberá continuar en la misma categoría del Régimen Simplificado, realizando la confirmación de la categoría”, especificó.
“Si el contribuyente no efectúa la recategorización, el fisco la realiza por nosotros, ya que tiene las facultades de operar de oficio. Esto quiere decir de manera automática, y sin el consentimiento del contribuyente. Luego, se comunica al contribuyente acerca de la gestión realizada, mediante domicilio fiscal electrónico. Lo que suele ocurrir es que no se controla el nivel de facturación, o que los gastos superan ampliamente el nivel de ingresos de una manera poco razonable”, comentó.
Por último, Diego Fernández dijo que el trámite para concretar la recategorización es “sencillo”, y que se realiza de manera online a través de la plataforma Web de la AFIP. Hay que ingresar con el CUIT y la clave fiscal al portal del Monotributo, y “tener a mano los parámetros”, para así ingresar aquellos datos que solicite el sistema.