Hace pocos días, algunos medios nacionales volvieron a señalar que la Argentina tiene un elevado récord de muertes por siniestros viales. Según la Organización No Gubernamental “Luchemos por la Vida”, en 25 años 189.810 personas perdieron la vida por esa causa. Por ello, es importante que la nueva administración nacional trabaje en conjunto con las diferentes Jurisdicciones en distintas estrategias tendientes a desalentar la imprudencia al volante, además de impulsar el mejoramiento de las condiciones de las diferentes calles, avenidas y rutas del país.

Según un informe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), el año 2018 cerró con 5.493 muertos. Para “Luchemos por la Vida”, las personas fallecidas fueron 7.274. Por ello, diferentes analistas no descartan que los números correspondientes a 2019 también sean preocupantes.

La mayoría de las muertes por incidentes viales se generan por la desaprensión e irresponsabilidad de los conductores o conductoras. Las principales causas de muerte son el exceso de velocidad y la ingesta de alcohol u otras sustancias antes o durante el manejo.

A su vez, hay que recordar que la tecnología también juega un papel destacado en esta problemática. Se conoció que de acuerdo a la ANSV, el porcentaje de siniestros a causa de distracción al volante a nivel nacional creció del 12,1% al 16,8% en solo dos años, entre 2016 y 2018. De dicho porcentaje, al uso del celular se le atribuye la mayor responsabilidad ya que en el mismo período pasó del 7,4 al 9,4%.

Por otro lado, hay que destacar que en Formosa, la Dirección de Seguridad Vial de la Provincia trabaja de manera intensa con los municipios y en el marco del Consejo Provincial de Seguridad Vial para reducir los niveles de siniestralidad; y se logró que Formosa sea una de las ciudades con mayor utilización de casco entre los y las motociclistas.

No obstante, se requieren acciones desarrolladas en conjunto con las autoridades nacionales -como campañas informativas que resulten más eficaces-, y nuevas obras de infraestructura que mejoren las diferentes vías de circulación que existen en el territorio provincial, para lo cual será fundamental un mayor número de obras públicas financiadas con fondos nacionales, y que sean relevantes y estratégicas.

Por lo tanto, el año 2020 nos brinda la oportunidad de iniciar una nueva etapa en la lucha contra la imprudencia al volante y los siniestros viales. En la práctica se verá si los funcionarios y funcionarias nacionales tienen voluntad de aplicar estrategias tendientes a mantener las políticas exitosas que fueron implementadas por algunas Jurisdicciones provinciales y dar todos los pasos que sean necesarios para construir una nueva cultura vial. Esto implicaría una mejor formación de los conductores y conductoras de vehículos, educar a cada peatón o peatona y pensar medidas novedosas, que den respuestas concretas a los requerimientos en esta materia y reduzcan los niveles de inseguridad vial que existen en nuestro país.