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¡Despierta!

Una columna de opinión de Tona Galvaliz



“Nadie se ilumina fantaseando figuras de luz, sino siendo consciente de su oscuridad”. (Carl Jung)

Cuando te sientas triste: sentado, dale palmadas a tus piernas; te va a recordar cómo es el latido de tu corazón.
Cuando no entiendas nada: prende una vela o un incienso; llegará claridad a tu alma.
Cuando sientas miedo: entra en contacto con la naturaleza; cierra los ojos y recibirás la tranquilidad que emana de su esencia.
Cuando sientas apego: cuéntale al fuego; es maestro en transmutar estados.
Cuando te sientas estancado: habla con tu hermana agua; ella sabe de movimientos, fluye y no se aferra a nada.
Cuando tus pensamientos no paren: presta atención a tu respiración; ella te traerá de vuelta al momento presente.
Cuando pierdas tu conexión: habla contigo, con tu Yo Superior; te recordará de dónde vienes.

Cuando sientas deseos de morir: habla con la tierra; ella sabe de renacimientos.
Pero no te sientas solo, porque todos somos uno soñando que estamos separados. Estás acompañado de los astros, de la naturaleza, de otros que usan un traje al igual que tú para vivir en esta tierra.

El despertar de la consciencia es un viaje y experiencia hacia la esencia del Ser, que te permite descubrir quién y qué eres realmente.

La sensación del proceso de despertar es como que se está naciendo de nuevo a la vida después de muchos años de dormido.

El despertar es:

  • Un proceso de transformación interior en la que empiezas a tomar consciencia de ti mismo, abres los ojos a la verdadera realidad que siempre ha estado ahí, pero no la has podido ver por las distorsiones de tu mente.
  • Es despertar para volver a conectar con tu esencia y descubrir quién eres realmente, más allá de las etiquetas con las que te has identificado.
  • Es un camino sin retorno de evolución personal continuo hacia tu verdadera identidad, en la que sólo tú puedes recorrer, nadie lo puede hacer por ti.
  • Es un proceso de aprendizaje, de soltar, de confiar en la vida, para que pueda expresarse a través de ti la verdad.
  • Es vivir el presente sin condiciones, salir de la ilusión mental del pasado y del futuro para entregarte a la experiencia de la vida, sin filtros en el aquí y ahora.
  • Es dejar de resistirte o controlar la vida para empezar a fluir con ella.
  • Es dejar de ser esclavo de un programa mental fuertemente condicionado que provoca sufrimiento, para descubrir la realidad y vivir en libertad.
  • Es reconocer que la vida no te sucede a ti, sino que sucede para ti. Para que crezcas, aprendas y evoluciones reconociendo quién eres.
  • Es darte cuenta que la vida es un juego, es un proceso de aprendizaje y que cualquier situación que rotulamos como problema es sólo una experiencia necesaria para integrar, crecer y evolucionar.
  • Es dejar de verte a ti como una víctima para convertirte en dueño y creador de tu vida, descubriendo que ahí reside tu poder, responsabilidad y libertad.
  • Es ser auténtico, ser quien realmente eres y dejar de interpretar un papel influenciado por lo que te ha inculcado la sociedad, familia, cultura o creencias limitantes.
  • Es descubrir y reconocer el potencial infinito que hay en ti, más allá de las limitaciones de tu mente.
  • Es reconocer tu esencia espiritual, más allá de tu experiencia humana.
  • Es dejar de pasar todo por el filtro de tu mente, para entregarte a la intuición que es quien guía en el momento presente.
  • Es dejar de actuar movido por el miedo y la seguridad de la mente, para actuar movido por el amor y la necesidad de progreso del alma.
  • Es confiar en la vida y reconocer que hay una inteligencia superior que te guía y protege.
  • Es reconocerte uno con la vida, sintiendo compasión y amor infinito por cualquier forma de vida, respetándola y cuidándola.
  • Es reconocer la ignorancia y limitación de tu mente, dándote cuenta de que lo que “piensas” es tan sólo un punto de vista y no representa la verdad real; de manera que dejas de identificarte con tus pensamientos, renunciando a la necesidad de defenderlos.

Despertar es recordar que fuiste creado por el amor y para el amor.



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