Medios nacionales informaron que el Instituto Nacional de Estadística y Censos dio a conocer el Informe de gastos de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) 2017-2018, donde se reveló que la mayor incidencia de gastos de consumo está en el rubro Alimentos y Bebidas No Alcohólicas, con un 22,7% a nivel nacional y un 30,3% en el NEA.
En tanto, el gasto en Transporte representó el 14,3% del consumo del hogar a nivel nacional, y el 14,6% en el NEA. Además, el otro rubro que más incidencia tuvo es Vivienda, Agua, Electricidad, Gas y Otros Combustibles, con un 14,5% a nivel país y el 13,8% en el NEA.
En la estructura de gastos de consumo de los hogares en el NEA, entre 2017 y 2018, siguieron los rubros Recreación y Cultura, con el 7,3%; Prendas de Vestir y Calzados (7,1%); Equipamiento y Mantenimiento del Hogar y Comunicaciones (5,8%); Restaurantes y Hoteles (4,4%); Salud (3,9%); Otros Bienes y Servicios (3,5%); Bebidas Alcohólicas y Tabaco (2%); y Educación (1,5%).
En lo referente a este tema, el contador y profesor universitario Julio Luis Svartz aseguró a La Mañana que el nuevo relevamiento del INDEC demuestra que durante los dos últimos años de caída en el consumo, cada familia tuvo que modificar la distribución de sus gastos.
“Es una muestra de la situación que está viviendo el país, y principalmente, la que atraviesan las familias del Nordeste argentino, que se centran en cubrir cuestiones básicas, como los alimentos y la vestimenta. Otros temas que inciden son el Transporte y los gastos en los servicios que se utilizan en el hogar. En 2015, el consumo era mayor y las erogaciones familiares tenían otra distribución, porque se destinaban mayores montos al esparcimiento”, explicó Svartz a este diario.
A su vez, el profesional señaló que los aumentos aplicados en los precios finales de los combustibles durante los últimos años también afectaron de manera significativa a los niveles de consumo de las familias del NEA, porque elevaron el nivel de gasto y en un porcentaje mayor al observado en otros puntos del país, debido a que las naftas en el Nordeste tienen un costo final superior al que se registra en otras regiones.
“Al mismo tiempo, las familias tuvieron que orientar sus gastos hacia las segundas y terceras marcas, de acuerdo a una Consultora privada. Por ello, puede afirmarse que el consumo familiar cayó no sólo en cantidad. También bajó en calidad, porque se le otorga mayor prioridad a los productos más baratos”, manifestó Julio Svartz.