Si bien Martín dice estar agradecido “infinitamente” con su ex pareja, considera que con el paso de las semanas se ganó su propio lugar en la tevé, casi como independizándose de Fernández. “Fui yo mismo”, sostuvo, en referencia a la impensada popularidad que fue cosechando con el correr de las emisiones de ShowMatch. Pero ahora, que como pareja (de baile) quedaron afuera del certamen, regresará a Rosario porque allá dejó “muchas cosas”. Por lo pronto, es dueño de un paseo de compras llamado El Palacio de la Oportunidad, en el que volverá a trabajar de manera full time. “Nunca dejé de ocuparme, pero ahora puedo estar tranquilo”, explica, destacando que si bien el Bailando es “maravilloso”, demanda mucha atención. “Más a un perro como yo, que no sé bailar...”, reconoció Baclini.