El bioquímico Raymundo “Pichón” Motter advirtió que este año se registra un incremento en la cantidad de casos de pacientes que da positivo en los exámenes de HIV y otras enfermedades de transmisión sexual como la sífilis.
Durante una entrevista con La Mañana, Motter señaló que mientras el año pasado se detectaba un caso positivo de HIV cada tres o cuatro meses, ahora el número asciende a un promedio de 1 ó 2 por mes en su laboratorio y las edades de los portadores (tanto hombres como mujeres) oscilan entre los 18 y 30 años.
“Las relaciones sexuales actualmente entre los jóvenes se dan con mucha más libertad que 10 años atrás. Esa mayor libertad sexual debe ir acompañada de más educación para que no genere problemas”, planteó.
Expresó que uno no debe quedarse únicamente con una fría estadística sino activar los mecanismos sociales para promover un cambio de conducta y una real toma de conciencia sobre la problemática.
“Si miramos los números entre el 2018 y este año, notamos un incremento en los casos de HIV positivos. No bajan los casos sino que suben. Es importante entender que el HIV bien manejado hoy no es un problema porque hay pacientes que conviven con la enfermedad hace 8 ó 10 años y pueden desarrollar su vida de manera prácticamente normal, tomando las medicaciones y la asistencia regular a los controles. Hay obras sociales que cubren el tratamiento de la enfermedad y un programa provincial de provisión de medicamentos que funciona muy bien”, expresó.
Diálogo familiar
En medio de la nota, consideró que el tema HIV debe dejar de ser un tabú y entendió que en las familias se debe hablar con los hijos sobre la importancia de cuidar el cuerpo y utilizar profilácticos durante las relaciones sexuales.
“Se charla de muchos temas en la familia, pero no del SIDA. El chico de 13 ó 14 años accede con facilidad a una tablet o a un teléfono celular con Internet y entra a cualquier página rara sin ningún tipo de restricción y ve todo tipo de disparates sexuales, donde lo que menos aparece es el preservativo. Entonces los adolescentes siguen el viaje de lo que están mirando. ¿Cuánto nos ocupamos los padres de controlar lo que consumen nuestros hijos por Internet?”, se preguntó.
En medio de su comentario, opinó que sería oportuno reflotar o darle un mayor impulso a los programas de educación sexual en las instituciones educativas, con talleres dirigidos a padres y alumnos.
Insistió en que lo preocupante no es el aumento estadístico de casos, sino la falta de conciencia que existe en la comunidad sobre la importancia de mantener relaciones sexuales seguras, protegidas.
“El problema hay que enfrentarlo y cada uno en su ámbito. Esto tampoco se soluciona con un simple programa de gobierno que diga colgamos profilácticos por todos lados y ya está. Tenemos que hablar los padres con los hijos, los educadores con los alumnos, las áreas de salud con los profesionales y éstos a su vez con la gente de los barrios. Debemos aprender a pedir los controles de HIV. Hay que educar, educar y educar”, sostuvo.
Aclaró que no todos los casos positivos de HIV son informados al Ministerio de Desarrollo Humano, porque muchos pacientes no quieren que el problema se sepa y por consiguiente no dan su consentimiento.
“El Ministerio lleva la estadística de los casos que detectan en los hospitales y centros de salud de la provincia, más los que nosotros mandamos, que son pocos. Este año envié una sola ficha por autorización del paciente, cuando los exámenes que dieron positivo fueron muchos más”, agregó.
Según el protocolo de intervención, los laboratorios deben dar aviso al doctor sobre el resultado de HIV positivo y es el médico el encargado de informar al paciente.