Karin Gómez, médica anestesióloga, Graciela Báez, enfermera de quirófano y Rodolfo Dei Castelli, medico odontólogo, son profesionales del Hospital de la Madre y el Niño que brindaron detalles a La Mañana acerca de cómo ayudan a los niños, niñas y familiares a perder en miedo en las operaciones.

Hace poco implementaron un auto de juguete, donde los pacientes pueden subirse y trasladarse hasta el quirófano, de modo más ameno y divertido. Pero no siempre utilizaron ese método.

“Lo que primero hacíamos era, con un juguete acorde a su edad en la camilla, lo recibíamos. Primero con los quemados, porque ellos son los que más sufren, a veces entran tres veces en la semana entonces ya tienen trauma y miedos, entonces se nos ocurrió eso para darle una alegría”, explicó la enfermera.

Y aseguró: “Se curan más rápido, yo me daba cuenta que por el miedo que rompen en quince días están curados”.

Por su parte, la anestesióloga relató que cuando reciben al niño, llega con un familiar pero el paciente queda en el de pre-quirófano: “Son niños que vienen sin comer, hay otros esperando en el lugar y ellos, por el sólo hecho de desprenderse de su familiar, es muy angustiante. A veces tienen que esperar también aparte de todo esto, lo que implica estar fuera de su casa, con gente que no conocen, o piensan que nosotros los vamos a pinchar, a lastimar; no entienden, son niños”.

“Entonces lo recibe la enfermera y nosotros hacemos una pre medicación: unas drogas ansiolíticas y no tienen recuerdo de ese momento, pero siempre se hace previo a ingresar al quirófano para que los médicos ya realicen su procedimiento”, argumentó.

Atienden a pacientes de 0 a 14 años y como primera estrategia de contención se les ocurrió traer juguetes de sus casas, que luego se convirtieron en donaciones, para que los post operados pudieran llevarse a su casa.

Dei Castelli manifestó: “Nosotros atendemos chicos muy chiquitos, por lo tanto la ansiedad que hay que calmar la mayoría de las veces es del familiar más que del chiquito”.

“De hecho, el autito mis pacientes no lo pueden usar, pero sí hemos notado que los chicos ya no lloran, entran de otra manera y eso calma la ansiedad también del padre, que es lo que a nosotros más nos importa”, aclaró.

Y agregó: “Porque con el chico sabemos lo que hacemos y confiamos en el equipo y sabemos que el chico está contenido; el problema es el familiar que queda del lado de afuera, entonces todo eso es lo que nosotros tenemos que tratar de manejar”.

La idea de implementar el auto la sugirió él porque lo vio usarse en otro hospital.

Por otro lado, el profesional resaltó que el Hospital cuenta con muchos especialistas de distintas áreas: “Yo particularmente me dedico a la parte de maxilofacial, del cuello y de ahí para arriba”.

Pero hay servicios de todas las especialidades: traumatología, cirugía general, cirugía plástica, oftalmología, obstetricia, neurología.

“Llegan pacientes del interior, de otros hospitales públicos y también privados porque este nosocomio es el único preparado para afrontar cualquier emergencia pediátrica, obstétrica o ginecológica en la provincia. Cuenta con guardias activas 24 horas de todo el personal, por ejemplo en quirófano. Entonces es muy dinámico”, resaltó Gómez.

Y finalizó: “También quiero destacar que detrás hay muchísima gente: colegas, jefes de los servicios, nuestro director que siempre nos acompaña y nos apoya en estas ideas”.