En un contexto de aumentos en todos los sectores, el pan no fue la excepción y desde ayer se vende a un precio más alto por un incremento del 20% en la bolsa de harina, el ingrediente principal para su elaboración.
El presidente de la Cámara de Panaderos de Formosa, Arsenio López, comentó a La Mañana que la harina sufrió dos aumentos en menos de diez días. El último de ellos, ocurrido el miércoles, significó que pase de $ 1.230 a $ 1.400 aproximadamente. Por eso, en su negocio el kilo de pan pasó a costar $ 80 desde ayer.
Hasta la semana pasada, además, estuvo entregando su producto a las panaderías a $ 50 el kilo como precio mayorista, pero adelantó que mantener ese costo se hace insostenible.
“Si esto sigue así, las pequeñas panaderías van a ir cerrando. Falta mucho para el 10 de diciembre -cuando asuma un nuevo Gobierno nacional- para que tomen otras medidas al respecto”, dijo.
Además, hizo notar que todas estas subas no se pueden trasladar de manera inmediata al consumidor, pero esta situación los obligó a que desde ayer sí el pan esté un poco más caro. De lo contrario, no estarían en condiciones de reponer los insumos para seguir elaborándolo.
Competencia
Consultado sobre la competencia de las panaderías clandestinas o los supermercados, que logran ofrecer el pan más barato, remarcó que no hay punto de comparación porque quienes se dedican exclusivamente a este rubro lo hacen de una calidad superior y de manera artesanal.
La crisis impactó a tal punto, dijo López, que ahora sólo trabaja junto a un panadero, cuando en 2015 eran siete para hacer los productos.