María Esther Venturini, la esposa del empresario de medios Juan “Chacho” Amarilla, pasó ayer a sala común en el sanatorio donde se encuentra internada desde hace varios días a raíz de las graves lesiones sufridas durante el asalto a mano armada del que fue víctima el matrimonio en su vivienda del barrio Independencia.

Si bien la recuperación es lenta, la mujer se encuentra estable y lúcida, bajo estrictos cuidados médicos ya que los golpes que recibió, a manos de los dos asaltantes que irrumpieron en su casa, le fracturaron cinco costillas además de causarle graves hematomas en el rostro.

“Hoy la pasaron a sala común y está más deshinchada, puede abrir mejor los ojos y reconoce a la gente. A los médicos le asombró su fortaleza”, dijo a La Mañana Marcos Amarilla, hijo del matrimonio damnificado.

María Esther está anímicamente bien y quiere volver lo antes posible a su casa, algo que fue tomado como un síntoma muy positivo, ya que la mayoría de las personas que sufren este tipo de traumas se vuelven reticentes a regresar al lugar de los hechos. “Ella está impaciente por volver, y por eso estamos viendo cómo armamos un dormitorio provisorio en la planta baja, ya que por su estado le resultará muy dificultoso subir la escalera para llegar a su habitación”, acotó Marcos, quien reveló que después de lo ocurrido el domingo a la madrugada, decidieron reforzar el sistema de seguridad del inmueble, agregando más cámaras e instalando otros dispositivos para prevenir episodios como el vivido el último fin de semana.

El domingo a la madrugada, dos delincuentes encapuchados entraron al dormitorio donde dormían Amarilla y su esposa, y tras golpear con desmesurada violencia y saña a la pareja, fundamentalmente a la mujer, se alzaron con un botín de 30.000 pesos y joyas.

Por el caso, la Policía identificó y apresó a un hombre que sería exsoldado voluntario del Regimiento de Infantería de Monte 29, quien ya estaría formalmente imputado en la causa judicial bajo los cargos de robo a mano armada y privación ilegítima de la libertad.

El hombre sería un allegado a la familia Amarilla, por lo que la hipótesis más firme indicaría que fue el delincuente que planificó el ingreso a la casa por el conocimiento previo que tenía del lugar.

La detención se produjo el domingo a la tarde en calles internas del barrio Ibirá Pitá, luego de distintas averiguaciones y relevamientos que realizó la Policía en la zona, de cámaras de seguridad y entrevistas con vecinos.

De las pericias, se pudo saber que el hecho ocurrió alrededor de las 04.10 de la madrugada y dos sujetos -uno de tonada porteña- con pasamontañas ingresaron violentamente en una de las habitaciones de la planta alta donde la pareja dormía. Los amenazaron con un arma de fuego, les exigieron que entreguen dinero y los agredieron físicamente.

Al terminar la verificación del inmueble, se presentó la hipótesis de que los autores del robo habrían entrado por la parte posterior de la casa y desde ahí ingresaron por la puerta de atrás a la casa, que no tenía sistema de seguridad y por donde pudieron subir a la planta alta.

Agradecimiento

Marcos Amarilla agradeció a las personas que pasaron por una situación similar y, pese a ser desconocidas, se acercaron a su familia para expresar muestras de solidaridad y acompañamiento.

En este sentido, adelantó que hay una idea dando vueltas después de este violento y doloroso hecho, y que consiste en que familias que han atravesado por la misma pesadilla se agrupen para estrechar lazos y unir fuerzas en un reclamo unificado. “La gente comenzó a moverse después de lo que nos pasó a nosotros, no queremos que esto haya sido en vano sino más bien el disparador para perder el miedo a la delincuencia. Tenemos que buscar vivir en paz, tranquilos en nuestras casas, sin temor a personas de esta calaña, y lograr que sean ellos los que vivan intranquilos, con miedo a la Policía, a la Justicia y que sepan que por el daño causado tienen que pagar”, enfatizó.

Finalmente, adelantó que su padre se va a constituir como Querellante en la causa judicial que está en curso para investigar y dejar esclarecido este violento asalto.