Un violento episodio de violencia de género ocurrió el miércoles a la tarde en la localidad de Laguna Yema, donde un hombre irrumpió en una estación de servicio, lugar de trabajo de su expareja, y trató de apuñalarla, y al no poder lograr su cometido comenzó a golpearla con furia hasta dejarla prácticamente inconsciente.

La mujer fue auxiliada por dos hombres que en ese momento llegaron a la estación a bordo de una camioneta y al ver la escena bajaron del vehículo y corrieron a defenderla, logrando que el sujeto detenga la agresión. “Estos dos hombres me salvaron la vida”, dijo a La Mañana la víctima, cuya identidad se reserva para protegerla.

El agresor, identificado como Juan Bautista Luna, fue detenido horas después y permanece alojado en la Comisaría del pueblo, a disposición del juez penal de la jurisdicción.

La mujer explicó que mantuvo una relación de pareja con Luna durante un año, pero que hace cuatro meses están separados. “Desde entonces, no paró de seguirme y acosarme todo el tiempo, pasa con su camioneta por mi trabajo y aparece repentinamente en los lugares donde estoy. Es una persecución constante la que venía sufriendo, hasta que ayer (por el miércoles) fue a mi trabajo con la clara intención de matarme”, sostuvo la mujer.

“Esquivé el cuchillo de milagro”, precisó. “Me defendí como pude porque su intención era matarme, pero no obstante recibí golpes”, enfatizó.

No fue la Policía

La mujer explicó que la Policía nunca llegó al lugar de los hechos, pese a que su hermana había llamado varias veces, como también ella en una oportunidad, antes que el hombre entre por segunda vez a la estación de servicio. “Yo sabía que iba a volver decidido a todo, llamé a la Policía y me dijeron que iban a ir enseguida, pero nunca llegaron, incluso el cuchillo que me tiró quedó en el lugar y fue levantado por el dueño de la estación de servicio. La Policía no tomó nota de nada, como tampoco hicieron peritajes”, fustigó.

Temor

Después de lo sucedido el miércoles teme por su integridad física y por su vida, y no tiene dudas de que cuando Luna recupere su libertad va a reincidir. “El puede conseguir un arma de fuego y dispararme con total facilidad; también puede atacarme en cualquier momento porque sabe todos mis movimientos y los de mi casa”, advirtió la mujer, que sigue bajo cuidados médicos.

También contó que el 3 de setiembre a la madrugada forzaron la puerta de su casa para entrar y luego le cortaron el cable de bajada dejándola sin luz eléctrica. “Como en esta oportunidad, esa vez tampoco fue la Policía”, se quejó, sindicando como autor de este hecho a su expareja. “No tengo dudas de que fue él, conocía todo el movimiento de la casa y en Laguna Yema yo no tengo enemigos y siempre llevé una vida tranquila. Nunca antes me había pasado nada”, aseveró.

Hace cuatro meses está separada del agresor, pero asegura que desde entonces los episodios de amedrentamiento y persecución no cesaron.