*Yamile González
Una treintena de relatos. Catorce autores y una diversidad de temáticas. Lo lúdico y lo literario mezclándose. Gente con historias distintas y formas de contar que se entrelazan. Muchos miércoles de encuentros. Todo eso es el taller de narrativa de Orlando Van Bredam que se hace materia en un nuevo libro.
El reconocido autor se refirió a la obra recientemente presentada en la Feria del Libro: “Este taller es uno de los logros que me han hecho más feliz porque he publicado muchas veces libros míos, pero esta vez vi el proceso que han llevado a cabo un grupo de personas que no se decían escritores, sino deseosos de escribir y que han llegado a su término con la edición del libro, que es lo que todos buscan”.
Pero, ¿qué hay detrás de esos libros? “Detrás de todos esos textos hay mucha disciplina, mucha voluntad, mucha humildad para entender que los textos nunca se terminan, que los textos entran en un proceso de corrección constante. Esa es la idea, cuando digo que cada escritor establece su techo. Como en todas las actividades artísticas, el artista levanta el techo en la medida en que su exigencia se lo permite. No creo mucho en el talento, creo en el esfuerzo, en el sacrificio, en la obsesión por alcanzar la meta”.
¿Qué hay que hacer si se desea escribir?, preguntó este Cronopio para ver si quizás encontraba alguna receta, como esas de cocina, y Orlando contestó: “Leer mucho; la mejor fuente literaria, el mejor taller literario son los grandes maestros”.
¿Sobre qué versan estos textos?, le preguntamos: “Me parece interesante escuchar a las nuevas temáticas que se han instalado en la sociedad y que terminan convirtiéndose en literatura. Lo grandioso del taller es la heterogeneidad de edades, de percepciones de la vida. Si todos somos jóvenes o todos somos viejos, miramos de una sola manera, entonces aquí fue interesante el intercambio entre jóvenes y mayores de 60. Eso me parece a mí válido como taller creativo que permite en el diálogo alimentarse”.
VENTANA
“Cada escritor establece su techo. Como en todas las actividades artísticas, el artista levanta el techo en la medida en que su exigencia se lo permite. No creo mucho en el talento, creo en el esfuerzo, en el sacrificio, en la obsesión por alcanzar la meta”.
Escriben:
Adriana Helbling
María Florencia Luján
Federico Princich
Lilian Gómez
Eliana Pérez
Melina Soledad Báez
Víctor Zárate
Jairo Poveda Guido
Eduardo Daniel Aballay
Marina Silveri
Gonzalo González
María Mura
Lautaro Van Bredam
Roberto Bertoia