La Liga Argentina de Lucha Contra El Cáncer (LALCEC) comenzará un ciclo de Charlas preventivas. El tema inicial será la importancia de una alimentación saludable. El mes de septiembre, la charla se centrará en la prevención del cáncer de cuello de útero y para octubre, la temática pensada es cáncer de mama.
En diálogo con La Mañana, la medica nutricionista Verónica Donkin, explicó cuál es el protagonismo de la alimentación en la lucha contra el cáncer. “No hay una alimentación anti cáncer pero hay maneras de prevenir esta enfermedad mediante la alimentación”, explicó. Aquí, algunas recomendaciones:
- “Tener una alimentación saludable mejora la calidad de vida. Lo ideal es que sea amplia, variada y de calorías reguladas”.
- “Debe ser completa e incluir proporciones justas de los alimentos que disponemos. Con lo que conseguimos en Formosa, podemos tener una alimentación con variedad de colores y garantizar nutrientes”, expresó.
- “Un plato siempre tiene que tener una porción de proteína, hidratos de carbono y un poco de grasas. La mitad del plato debe tener verduras”.
- “Es importante consumir muchas frutas”.
- “El criterio para la selección de alimentos: evitar los alimentos procesados con mucha sal o azúcar. Preferir elaboraciones simples”.
- “Hay que pensar en lo que uno va a comer. Es preferible programar las comidas.
- “Tener en la casa: panes elaborados en panaderías, verduras de las verdulerías, lácteos descremados, edulcorante, carnes frescas”.
Alcalinos x ácidos
En lo que tiene que ver con el cáncer, la especialista recomendó consumir más los alimentos alcalinos y menos los ácidos.
Para que el cuerpo humano funcione correctamente necesita tener un Ph ligeramente alcalino, sin embargo a menudo comemos demasiados alimentos ácidos que, al descomponerse, producen ácido que tiene distintos efectos en el cuerpo, favorece un desequilibrio del Ph de la sangre y puede aumentar el riesgo de enfermedades como el cáncer, las cardiovasculares o trastornos hepáticos.
“Hay alimentos protectores”, explicó Donkin. Entre los alcalinos mencionó: el aceite en frío, sobre todo oliva, aceituna, tomate, vegetales de hojas verdes y frutos secos, sobre todo nueces y almendras. Palta, apio, papa, batata, brotes de soja y alfalfa, espárrago, arroz integral, avena. Recomendó “hacer jugos verdes para las primeras horas del día”. Consumir también lima, limón y pepino.
Por otro lado, pidió que se evitaran los alimentos grasos que nos acidifican más. Estos son las grasas animales, la manteca, la margarina, el alcohol, el azúcar blanco, el arroz refinado, el té negro, harinas refinadas, aderezos y carnes ricas en grasa, el café.