Mientras en el Concejo Deliberante de la ciudad de Formosa se empieza a tratar en Comisión dos proyectos que buscan regular el uso y la comercialización de la pirotecnia sonora, el referente de la Asociación de Padres TEA, Víctor Sánchez, habló con La Mañana. Explicó qué consecuencias provoca en las personas con autismo el uso indiscriminado de cohetes y pidió a las autoridades mayor sensibilidad para el tratamiento de esta problemática.

“20 minutos de estruendos constantes o sólo un cohete de gran alcance sonoro, a una persona con trastorno del espectro autista le provoca un gran daño auditivo o sensitivo. Como perciben y procesan la información de una manera diferente a la nuestra, producto de alteraciones en el cerebro que afectan a la parte auditiva, los ruidos de esta naturaleza le provocan una reacción que muchos lo malinterpretan como un berrinche.

Sin embargo, ante esta situación se le detona una crisis que en muchos casos, como tienen dificultades para expresar en palabras lo que está pasando, se tiran al piso, se autolesionan y como ocurre con las mascotas, escapan del lugar. Son las manifestaciones que encuentran para expresar el daño que le provocan los cohetes”, explicó Sánchez.

Ante estas situaciones indeseadas que se generan en un ambiente familiar o público por la irrupción de estruendos en el uso de pirotecnias, Sánchez aseguró que para evitar consecuencias en su chico con autismo, muchas veces se tiene que aislar de eventos deportivos, fiestas privadas, actos públicos o incluso peregrinaciones religiosas. “Lo que para algunos es un momento de alegría o festejo, para nosotros que tenemos familiares con TEA es un padecimiento. Por eso pedimos a la comunidad mayor sensibilidad y conciencia en esta práctica de tirar cohetes sin ningún tipo de autocontrol”, reflexionó.