En diálogo exclusivo con La Mañana, el licenciado Mariano Kestelboim, economista, profesor universitario y consultor de empresas y cámaras industriales, aseguró que la eliminación del Impuesto al Valor Agregado para un conjunto de alimentos es una medida que tiene “una dirección adecuada”, pero que será implementada de manera incorrecta, lo cual va a generar “un grado de riesgo”.

En este sentido, el analista económico consideró que esta determinación tiene que ser complementada con otras decisiones, como establecer grandes acuerdos intersectoriales y un eficaz seguimiento sobre los comercializadores, para conseguir que éstos no se apropien del beneficio que debería recaer sobre los consumidores y consumidoras.

“Si la eliminación del IVA para algunos productos no es complementada con cierto tipo de regulaciones, lo más probable es que una parte sustancial de la reducción del Impuesto, o incluso toda la eliminación, sea capturada en favor de quienes comercializan al público”, explicó Kestelboim a este diario.

“Si el Gobierno no establece otros tipos de instrumentos complementarios para garantizar que esa reducción del IVA recaiga de forma total sobre los consumidores finales, la medida será incompleta, y puede implicar una apropiación de rentas por parte de los comercializadores”, agregó.

Por otro lado, el licenciado sugirió efectuar un aprovechamiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, para brindar a los consumidores y consumidoras “herramientas” que les permitan identificar “qué porción del costo final corresponde al precio del artículo y cuál porcentaje representa el IVA que se aplica sobre esa mercadería”, para que puedan “efectuar denuncias y pagar solamente el monto que corresponde”.

A continuación, el economista se refirió a la crisis cambiaria que se originó tras el triunfo del Frente de Todos en las PASO. “La derrota del oficialismo generó un punto de partida para que los mercados ‘aceleren’ el desenlace de un modelo económico que era claro que iba a terminar de esta forma. Como el esquema actual tenía inconsistencias muy importantes, el impacto fue repentino y afectó a todos los indicadores financieros de la economía argentina, al igual que los indicadores económicos reales, con efectos que comenzarán a percibirse con mayor claridad durante los próximos días”, aseveró.

Diálogo

Por otra parte, el experto calificó como un acto de “gran generosidad y racionalidad” la decisión del candidato presidencial Alberto Fernández de dialogar con el presidente Mauricio Macri, al igual que el mensaje transmitido por el postulante del Frente de Todos con el fin de generar estabilidad en los mercados financieros.

“Podría haber optado por no abrirse al diálogo, y elegir un camino similar al tomado por la administración actual cuando era oposición, cuando dio indicios de algunas medidas que iba a tomar, como pagar a los ‘fondos buitre’. Fernández mostró una posición de madurez y racionalidad. Su actitud fue central para que el caos originado por las políticas oficiales no haya sido aún mayor”, manifestó Mariano Kestelboim.