Diego Jonathan Ramoa, el joven que está procesado sin prisión preventiva por la muerte de Sofía Puyó en el doloroso y recordado siniestro vial ocurrido el pasado 10 de marzo en nuestra ciudad, podría volver a prisión si hoy no deposita los 500 mil pesos de fianza que la Justicia le fijó como condición para continuar excarcelado en la causa.
La caución real fue dispuesta ayer a partir de una resolución dictada por el juez unipersonal de apelaciones de la Cámara Segunda en lo Criminal, Lisandro Arturo Cabral, el mismo que el pasado 28 de mayo le otorgó la libertad a Ramoa, luego de revocar la resolución que la jueza que investiga el caso, Laura Karina Paz, había dictado denegando la libertad del imputado.
En esa oportunidad, Cabral ordenó a la jueza Paz a liberar en forma inmediata a Ramoa, pero antes de dar cumplimiento a la medida, debía fijarle la caución que estimaba pertinente (juratoria o real). La magistrada se inclinó por darle la libertad bajo palabra, es decir bajo caución juratoria.
Disconforme con la forma en que se otorgó la excarcelación, el fiscal N° 3, Lucio Leiva, expresó su oposición a través de un recurso de apelación, al considerar que previo a concederle la libertad, la jueza debía haberle aplicado al acusado una caución real como garantía del beneficio acordado. Así, la controversia llegó nuevamente a manos del juez de trámite de la Cámara Penal, Arturo Cabral, quien sacó una nueva resolución haciendo lugar al recurso presentado por el fiscal. Al fundamentar la medida, el magistrado consideró acertada la posición del fiscal Leiva, entendiendo que la gravedad del hecho investigado requiere que se tomen recaudos adicionales que garanticen el comparendo del imputado al llamado de la Justicia.
El camarista hizo lugar al recurso de apelación del fiscal y dispuso que el Juzgado de Instrucción a cargo de la investigación fije una caución real en los términos establecidos por la ley.
Una vez resuelta la apelación, el incidente volvió a Primera Instancia, y allí el juez subrogante Guillermo Caballero (la jueza Paz está en uso de licencia) dispuso ayer una fianza de 500 mil pesos, haciendo saber al procesado Diego Ramoa que dentro del plazo de 24 horas debe comparecer ante dicho Juzgado a ofrecer la caución real establecida. De no hacerlo, Ramoa volverá a ser detenido.
Situación procesal
Diego Ramoa estuvo detenido dos meses tras el trágico siniestro vial en el que perdiera la vida su amiga Sofía Puyó. En el mes de mayo recuperó su libertad y hace pocos días la jueza Laura Paz lo procesó por el delito de homicidio culposo sin prisión preventiva y doblemente agravado: por exceso de velocidad y el avanzado estado de ebriedad que presentaba cuando protagonizó la terrible colisión.
Además del procesamiento, la jueza Paz aplicó a Ramoa dos medidas muy importantes: le retuvo su licencia inhabilitándolo para conducir hasta que el caso se resuelva; y en caso que quiera viajar fuera de los límites de la provincia, deberá pedir autorización al Juzgado con tres días de anticipación, informando el lugar y el domicilio donde permanecerá mientras dure su ausencia.
Pessolano: “Ramoa debe estar preso”
El abogado Jorge Pessolano, querellante en esta causa, opinó que el procesado Diego Ramoa debe estar preso y no deberían haberle concedido la excarcelación bajo ninguna forma “porque la pena mínima de tres años prevista para el delito por el que está procesado lo permite. Si lo condenan a tres años tiene que cumplir efectivamente la pena y esto lo dice el Código Penal, siendo esta una facultad del tribunal de juicio”, consideró.
Sobre la caución real aplicada a Ramoa, dijo que está conforme a medias con esta medida y recordó que la excarcelación es un beneficio procesal a los fines de que el imputado esté a proceso y no evada el accionar de la Justicia.
Dijo asimismo que piensa hacer un seguimiento muy estrecho a Ramoa para constatar si hace el depósito fijado por el juez; en caso contrario, tiene previsto presentar un escrito pidiendo que se haga efectiva su detención.
El plazo de 24 horas es de corrido y no hay plazo de gracia, porque no es un acto procesal, sino una orden del juez que interviene en la causa.
Por otra parte, Pessolano reiteró que a su criterio la calificación jurídica de este caso de acuerdo a la plataforma fáctica es homicidio simple con dolo eventual y no homicidio culposo. “Yo voy a seguir trabajando en base a esto para que se cambie la calificación y con este criterio voy a llegar hasta el juicio oral y público”, concluyó.
El hecho
El hecho es muy recordado y doloroso: a las 4.25 de la madrugada del 10 de marzo el auto que conducía Ramoa, un Peugeot 2008, se desplazaba a gran velocidad por la avenida González Lelong en dirección al centro de la ciudad; y luego de cruzar la calle Fortín Yunká, quedó fuera de control, subió a la vereda, se estrelló contra un árbol, giró sobre su eje y volvió a impactar por segunda vez. La joven Puyó, que iba como acompañante, salió despedida y murió en el acto a causa de las graves lesiones sufridas, en tanto Ramoa salió por sus propios medios del interior del vehículo y resultó prácticamente ileso.