Una cena romántica, un encuentro a la orilla del río o simplemente una charla sensata compartiendo un café. Cualquier escenario es bueno para dos que buscan dejar atrás las diferencias y reconciliarse. Para Iliana Calabró (52) lo más conveniente fue un viaje. A Italia, la tierra natal de su novio, Antonello Grandolfo (51). La actriz armó las valijas y partió hacia el continente europeo con la finalidad de reencontrarse con su pareja, limar asperezas y evitar que la crisis que venían transitando se tornara irreversible.

En las arenas de Puglia, zona sur del país, volvieron a verse. “Y, finalmente, juntos en la playa”, escribieron para acompañar una serie de imágenes que subieron a las redes sociales para dar a entender que los fantasmas de una eventual separación ya no sobrevuelan. Tanto la actriz como el empresario se habían ocupado en las últimas semanas de desmentir los rumores, que insistentemente señalaban que el vínculo estaba transitando su peor momento.

Incluso se dijo que Grandolfo, al notar que las posibilidades de calmar las aguas eran casi nulas, había tomado la drástica decisión de vender su fábrica de quesos e “ir a probar suerte a Londres”. En forma paralela se recalcaba que la hija del gran Juan Carlos estaba muy deprimida y que no quería salir a la calle para que los medios no la consultaran al respecto. Tal vez como una estrategia para detener la bola de nieve informativa en torno a la supuesta crisis, ni Iliana ni Antonello admitieron los cortocircuitos y siempre trataron de lavar los trapitos en la intimidad.

Hasta que eligieron irse lejos para terminar de definir si lo más favorable era tomar cada uno un camino distinto o, por el contrario, darse una segunda oportunidad para reconstruir el afecto y salvar el amor. Al golpe de vista, la fórmula les dio resultado, ya que a través de las redes sociales Iliana y Antonello gritaron a los cuatro vientos que entre ellos no ha pasado nada.

“Sin filtros ni maquillajes, al natural, limpia como tus aguas, Puglia”, fue el epígrafe al que apeló la vedette para acompañar una imagen que la muestra, a los 52 años, como dueña de un verdadero lomazo. Ahora, seguramente, la finalidad será dar vuelta la página y empezar de nuevo, reflotando los proyectos y consolidando todo lo que habían edificado sentimentalmente desde que se conocieron.

Para Iliana la confirmación de la reconciliación, sin dudas, habrá tenido un sabor especial. Antonello fue su primer novio oficial desde que se separó de Fabián Rossi, en medio de un escándalo mediático por la presunta participación del empresario en una mesa de dinero de dudosa legalidad. El empresario tuvo que dar explicaciones a la Justicia y el nombre de Iliana, indirectamente, quedó manchado por las actividades del padre de sus hijos. Con Rossi ya no hubo vuelta atrás. Con Antonello, sí.