Calificaciones como “el servicio es pésimo”, “la empresa hace lo que quiere”, “los pasajeros somos rehenes de UTA y los choferes”, “la Municipalidad no garantiza un buen servicio de transporte urbano”, fueron las más reiteradas.

“Para mí es una falta de respeto lo que hacen con la gente. Soy empleada doméstica y perdí gran parte de la semana porque no pude ir a trabajar. Me pongo en el lugar de los choferes que no cobran su aguinaldo, pero nosotros no tenemos la culpa. Esta vez se pasaron porque no dieron opción a nada. Desde el lunes a la noche que cortaron por completo el servicio”, afirmó una usuaria.

Los que se dedican a la venta ambulante también se vieron afectados con la medida de fuerza que se inició desde la noche del lunes.

“Me dedico a la venta de chipa, y la verdad es que este paro me perjudicó mucho. Soy colombiano y hace siete años que vivo en Formosa. Me gusta mucho esta provincia”, dijo Jhon Alexander.

Por su parte, un trabajador del sector privado señaló que en tres días necesitó más de 2.000 pesos en remis para trasladarse hasta el centro desde La Nueva Formosa, y hasta tuvo que incluir caminatas de trayectos prolongados para evitar un gasto mayor.

“Trabajo mañana y tarde, y el viaje en remis, por menos de 250 pesos no lo consigo. Entonces, lo que hice es caminar todo lo posible para que no me salga tan caro. No hay sueldo que aguante así. Necesitamos un servicio eficiente. Todos deben ser más serios, desde la empresa, el gremio, los trabajadores y la Municipalidad. Basta de darle la espalda a la gente pobre. Porque los que tomamos el colectivo no tenemos ni moto ni auto”, se quejó.