En diálogo exclusivo con La Mañana, el exministro de Economía Ricardo López Murphy aseguró que el país tiene que favorecer la generación de inversiones, exportaciones y puestos laborales de calidad, para de esa manera dar lugar a una ciudadanía que no dependa del empleo público ni de planes sociales.

Además, el exfuncionario del gobierno de Fernando De la Rúa señaló que aquella persona que asuma la Presidencia en diciembre debe llegar a un convenio con organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial, y consideró que no habrá margen para originar mayor inflación o tomar más deuda externa.

LM: ¿La situación económica va a incidir en las elecciones del 27 de octubre?

RLM: “En todos los países, la cuestión económica tiene un peso durante el proceso electoral, en dos dimensiones: por la situación que se vive y por las expectativas. La gente le da mucha importancia al tema. La ciudadanía observa si tendrá o no un futuro de mayor prosperidad y empleo”.

LM: El dólar ya no oscila tanto, y en este momento no se aplican tantas actualizaciones tarifarias. ¿Esta suerte de ‘primavera económica’ se debe a que vamos a tener elecciones?

RLM: “La crisis que sufre la Argentina desde abril de 2018 tuvo su epicentro en el último trimestre del año pasado. Lo que hubo en los últimos meses fue un proceso de mayor control de la situación económica. Pero el escenario actual no es para festejar. Tendremos una inflación anual que en el mejor de los casos cerrará en el orden del 40%. Además, la economía no está creciendo, y el país todavía tiene bajísimos niveles de inversión.

La Argentina tiene dos problemas muy serios: el bajo nivel de inversión y la reducida cantidad de exportaciones. Las claves de cualquier programa económico son las inversiones, las exportaciones y el empleo genuino. Si el país genera más inversiones, exportaciones y puestos de trabajo formales tendrá una salida de prosperidad y progreso para la sociedad”.

LM: ¿Usted cree que hoy no se están logrando esas metas?

RLM: “En la medida en que se logren controlar los desequilibrios que existían, volveremos a tener mayor posibilidad de alcanzar estos objetivos. Hay que mantener fuertes incentivos a las exportaciones, las inversiones y el empleo. No hay espacio para crear más empleo público, ni para más ‘planeros’. Si se quiere insistir en este camino, no hay cómo financiarlo. Por otra parte, el sector productivo está agobiado de impuestos.

La verdadera discusión es quién está proponiendo para el futuro una mayor lucidez sobre los problemas que tenemos que resolver. En general, no noto que estos temas relevantes estén en discusión en el marco de la campaña. La Argentina tuvo paralizado su volumen de exportaciones durante casi 15 años. Si no se vende, ningún negocio privado puede subsistir; y si no se invierte, ¿cómo se va a generar empleo genuino? La creación de empleo privado, productivo y que pague impuestos origina una ciudadanía demandante, autónoma y no clientelista. Esa es la clave del éxito de los países”.

LM: ¿Por qué cree que hoy en el debate político el tema económico no es tratado a fondo?

RLM: “Desgraciadamente, en la campaña no se trata cómo vamos a resolver los problemas, y las discusiones se centran en el antagonismo, en el cruce de agravios, en las descalificaciones y hasta en la sexualidad de las personas. Eso es de una gran superficialidad. Necesitamos un debate genuino, enfocado en cómo generar inversiones, exportaciones y empleo, al igual que en la forma de mejorar el sistema educativo, con el cual gastamos mucho dinero y obtenemos malos resultados. También, debemos subir la eficacia del sistema de salud. Gastamos mucho más que Chile en relación a nuestro Producto Bruto Interno, y ellos obtienen mejores resultados”.

LM: ¿Cómo piensa que va a continuar la economía tras la elección de octubre?

RLM: “Tenemos acuerdos con organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Considero que si no se hacen barrabasadas, se puede llegar a un convenio con esas entidades; y esto permitirá tener una política fiscal balanceada. Así, llegaremos a un crecimiento económico en base a inversiones, exportaciones y empleo. Sin un planteo de esta naturaleza, va a ser imposible un acuerdo con los organismos multilaterales.

La realidad está más condicionada de lo que mencionan los políticos. Pero si se actúa con sensatez, la Argentina no tendrá un problema grande. Tenemos una oportunidad importante, y reservas de recursos naturales. Este año tuvimos la mejor campaña agrícola de toda nuestra historia. Se logró movilizar a sectores como el agropecuario y el de la energía. Ahora, hay que movilizar a las PyMEs. Para ello, hay que crear un ambiente favorable a la inversión y al empleo productivo”.

LM: A partir de diciembre, ¿van a continuar los ‘ajustes’, gane quien gane? ¿Se intentará ‘ordenar’ la economía?

RLM: “Se continuará con la disciplina. Se gastará de acuerdo a los ingresos. No podremos vivir de la deuda o de la inflación. En principio, no nos van a prestar deuda adicional, y sólo podremos aspirar a renovar la que tenemos. Por otro lado, la inflación ya es demasiado alta para abusar de ella. No podemos descapitalizarnos, ‘comernos’ las reservas de energía y del Banco Central, como sucedió durante la gestión populista. No es posible porque eso afecta a la producción. Pero no puedo excluir que se haga una tontería, porque nuestros políticos muchas veces terminaron haciendo eso”.

LM: ¿Qué reflexión puede realizar acerca de la figura del expresidente Fernando De la Rúa?

RLM: “Mi impresión personal es que afortunadamente el país comenzó a reconocer a un hombre público que se caracterizó por su preparación y su honestidad. Fue un gran jefe de Gobierno, y le tocó ejercer la presidencia de la Nación en el momento más difícil de la historia argentina, con una terrible crisis externa debido a la caída del precio de los commodities, la crisis de Brasil y las extraordinarias tasas de interés. El no tuvo el acompañamiento para poder lidiar con eso. Hoy, a la distancia se reconoce a un hombre que fue un político sano y honesto. Un buen ejemplo para la ciudadanía”.