Un joven de 24 años se arrojó al vacío desde la punta de un poste de alumbrado público de 25 metros de altura ubicado en el acceso norte de la ciudad, y se salvó de milagro porque cayó sobre una malla de contención que los bomberos tenían preparado ante el inminente desenlace de este dramático hecho que ocurrió a la mañana y mantuvo en vilo a vecinos de la zona y a la gente que en ese momento cruzaba por el lugar.

Bien temprano, el muchacho comenzó subir por la elevada columna de luz enclavada sobre la avenida Juan Domingo Perón, frente al Hipermercado Cáceres, en el sector de la rotonda del acceso.

Minutos antes de las 7, el joven llegó a la punta y desde allí comenzó a proferir insultos a viva voz, manifestando su intención de quitarse la vida. Enseguida, mucha gente se congregó en la base del poste de alumbrado público con muestras de exasperación por lo que estaba sucediendo.

Minutos después comenzaron a llegar móviles y efectivos de la Policía y una ambulancia del SIPEC. También arribaron agentes del Cuerpo de Bomberos, que enseguida colocaron una malla de salto ante la probabilidad que el hombre se arroje al vacío, tal como ocurrió minutos después.

La escena se volvió cada vez más tensa y dramática, ya que el joven tenía anudado a su cuello una soga que había sujetado en un extremo a los parantes de la columna, amagando en todo momento con lanzarse al vacío y morir ahorcado.

Abajo, cada vez más personas se agolpaban en círculo, pidiendo a la Policía que intervenga rápidamente para evitar que el joven concrete su amenaza.

En un momento determinado abandonó la base de la cima de la columna donde estaba apoyado y dio un ligero salto, quedando suspendido en el aire con la soga colocada al cuello que sujetaba con una mano.

En ese instante, un policía del Grupo Especial de Rescate que ya había comenzado a escalar la columna de luz, logró llegar hasta la punta y pudo cortar la soga evitando que termine ahorcándose, pero a partir de ese momento comenzó otra lucha: el policía sostenía como podía con todas sus fuerzas al joven que no deponía su actitud. Pocos segundos después, el muchacho logró zafarse venciendo la resistencia del uniformado y comenzó a caer desde las alturas ante el asombro, los gritos y el estupor de las personas que estaban presenciando la dramática situación.

Afortunadamente, el chico cayó en el centro de la malla de contención que sostenía un grupo de bomberos en la base de la columna, lo cual amortiguó la caída y solo sufrió golpes de escasa consideración.

Una vez en tierra firme, fue asistido por personal del SIPEC y llevado al Hospital Central, donde quedó internado en observación y se encuentra fuera de peligro, según informaron directivos del centro sanitario.

Profesionalismo

La Jefatura de Policía destacó la rapidez y el profesionalismo puestos de manifiesto por el personal especializado del Cuerpo de Bomberos, como así también los demás efectivos y el Servicio de Emergencias del SIPEC, porque gracias a su trabajo se pudo evitar un desenlace fatal, ya que la malla de salto pudo amortiguar la caída del joven con el trabajo coordinado de los bomberos.

Asimismo, el personal del SIPEC pudo realizar la reanimación de la víctima y llevarla de manera inmediata al Hospital Central, donde recibió asistencia médica. El joven se recupera favorablemente y no corre riesgo su vida, habida cuenta de que sólo sufrió lesiones leves.