De visita en los estudios de Radio Viva y en diálogo con la mesa periodística de La Mañana en Vivo, el doctor Nelson René Torales explicó de qué se trata su revolucionaria técnica híbrida para aplicar en cirugías torácicas y cardiovasculares. Habló de cuánto cuesta el financiamiento del proyecto y anticipó que el procedimiento traerá beneficios en la etapa quirúrgica y posoperatoria del paciente.
“Me llevó dos años idear este proyecto y consolidar el procedimiento a través de una técnica. Comencé a investigar cómo se podía hacer para que una cirugía cardiocascular no sea tan invasiva en el paciente, cómo realizar una intervención convencional pero sin abrir el pecho. Y desde allí incié la búsqueda de posibilidades.
Viajé a Buenos Aires y allí se plasmó la teoría de colocar un stent en una arteria de dos milímetros. Con una técnica similar a la cirugía que realizó René Favaloro pero a pecho cerrado: Con tres mínimas incisiones en la zona izquierda del pecho del paciente. Un procedimiento que sólo se aplicará para bypass en su comienzo”, ilustró el profesional.
Y agregó: “La técnica híbrida será mínimamente invasiva, y se la llama así porque se hace en forma paralela con cirujanos cardiovasculares disecando la arteria mamaria, y cardiólogos intervencionistas que van introduciendo el cateto por la arteria”.
Financiamiento
Tolares afirmó que con sus propios recursos económicos y la ayuda de su familia inició las gestiones en Alemania para financiar el proyecto y generar inversiones privadas para la fabricación de los prototipos.
“La técnica necesita de un dispositivo que se fabrica en Alemania. Su función es conectar las arterias en el procedimiento y para cumplir con la primera etapa de inversión se necesita de 50 a 100 mil dólares. El patentamiento ya fue consolidado y resta esperar los 20 prototipos para aplicarlos en la prueba de animales. Las chances de que pueda funcionar en personas son altas y las expectativas están avanzadas”, señaló.
Por último, reconoció que en su primera etapa de aplicación esta técnica será lenta y cuidadosa, hasta que los profesionales se vayan adaptando a su nueva instrumentación. “Con el tiempo, estoy seguro, que va traer grandes beneficios en la etapa quirúrgica y postoperatoria del paciente. Fundamentalmente porque porque va acelerar los tiempos de operación y recuperación. Como la incisión es mínima y no hay grandes heridas, como una intervención convencional, la recuperación será rápida y sin efectos antiestéticos. Y los factores de riesgos serán los mismo que una cirugía convencional”.