La producción de la obra está a cargo de Tomás, el hijo de Carlos Rottemberg, y según trascendió existe una tensión entre él y los directores de la obra, pues, Cohn y Duprat quieren que la pieza teatral incluya escenas de sexo y desnudos de Griselda, mientras que Rottemberg prefiere que sea apta para todo público así no se restringe el ingreso a menores de edad.
Por lo pronto, Griselda aún no dio su opinión sobre el tema, aunque, a juzgar por sus trabajos pretéritos en Sputza y en Sugar, la actriz no tiene reparos a la horas de mostrar su cuerpo si la obra lo demanda.
De hecho, la actriz también suele sorprender a sus seguidores de Instagram con fotos muy sensuales. "Subo mis fotos a Instagram y me creo una diosa. Si una no es bomba, debe esforzarse un poquito por creérsela y decir: 'Esta soy yo'. Al fin y al cabo, nuestro trabajo es vanidad. Y yo aprendí a divertirme con ella. Conozco y amo a mi cuerpo: le pido y le doy mucho", declaró al respecto en una reciente entrevista.