El historiador Justo Lindor Olivera aseguró a Cronopio que “el progreso, el avance y la construcción de Formosa” se debe a la labor de los primeros habitantes de nuestro territorio, quienes se instalaron luego del 8 de abril de 1879 y trabajaron con intensidad para dar forma al Territorio Nacional que se volvió Provincia 76 años después. En este sentido, el autor afirmó que esas personas fueron “las primeras en trabajar la tierra, trazar los primeros caminos, construir los primeros puentes y colocar los primeros adobes”, al igual que levantar las primeras casas y otras instalaciones primigenias.
“La historia es una sucesión de hechos acaecidos, que se dan por ‘causa y efecto’ dentro de ese proceso. El primer hito de Formosa fue la fundación de la ciudad, que se produjo después de la Guerra de la Triple Alianza, el conflicto que enfrentó a Argentina, Uruguay y Brasil contra Paraguay. Es una consecuencia directa de ese suceso”, definió el historiador.
“Al haber tenido la Argentina que entregar la Villa Occidental al Paraguay luego del arbitraje del presidente norteamericano Rutherford B. Hayes, había que establecer la sede de gobierno en el territorio conseguido por nuestro país. Por ello, en inmediaciones del río Paraguay, en lo que se denominaba el Chaco Central, el territorio ubicado entre el Río Bermejo y el Pilcomayo, existían varios puntos que ya habían sido estudiados previamente por el Comandante Fontana para establecer la Capital”, aseveró el docente.
A continuación, el investigador especificó que Fontana se decidió por el punto en el cual se ubica hoy la ciudad de Formosa por una razón: la altura de la barranca. “Los demás puntos señalados se habían inundado unos años antes. La mayoría de las costas del río Paraguay son tierras inundables. Por ello, el Comandante se decidió por este lugar”, comentó.
“En ese momento, el Estado brindaba poco apoyo. Los primeros habitantes formaban Consorcios para avanzar en las primeras obras. Todos se sumaban a los proyectos, porque el beneficio era mutuo, y eran muy solidarios y compañeros. Se solían pelear con frecuencia, porque la mayoría de ellos eran ‘gringos’. Pero luego se reunían de nuevo, porque tenían un gran espíritu comunitario”, puntualizó.
“Los primeros colonos que vinieron al territorio que hoy es la Provincia de Formosa tenían elementos muy rústicos, y les costaba roturar la tierra, porque muchos sectores no eran aptos para el cultivo. Pero a pesar de esas adversidades, Formosa prosperó, mediante el esfuerzo, el tesón y el empeño de los pioneros”, explicó Olivera a este Suplemento.
En principio, muchos de esos primeros habitantes llegaron desde Villa Occidental, que estaba situada a unos 35 kilómetros al Norte del río Pilcomayo. Luego, vinieron numerosos inmigrantes europeos, principalmente del norte de Italia. “Habría que crear un monumento para cada uno de ellos, porque fueron quienes ‘sembraron la semilla’”, acotó.
“En su momento, este lugar era prácticamente un desierto. A su vez, ellos tuvieron que trabajar prácticamente solos, porque la Nación se ocupaba de otras cuestiones, y dedicaba muy poca atención a los Territorios Nacionales. Por ello, los territorianos atravesaban dificultades y necesidades tremendas, pero tenían un espíritu emprendedor. La Provincialización fue un ‘premio’ a ese trabajo, que llegó muy tarde”, agregó.
“Muchos de esos primeros habitantes tienen apellidos que hoy son muy conocidos, que en algunos casos fueron modificados, y que dan nombre a varias calles de nuestra ciudad. Esos primeros habitantes lograron una posición importante, y construyeron una especie de ‘patriciado’ de Formosa, porque son grupos familiares ligados principalmente a la tierra, y hoy poseen varias tierras. Pero lo que consiguieron es muy meritorio, porque empezaron cuando aquí no había nada, y sus apellidos eran desconocidos”, detalló el escritor.
“Entre 1879 y 1955 se dio un proceso histórico sumamente interesante. Los políticos históricos de aquella época pensaban que en pocos años, el territorio pasaría a ser Provincia, en igualdad de condiciones con las demás provincias históricas. Pero la Provincialización demoró 76 años. Esto se pudo lograr durante la presidencia del General Juan Domingo Perón. No se consiguió antes por la desidia del Gobierno central, que atravesaba varios conflictos políticos y económicos, y no aceleró el proyecto nacional de integrar los Territorios Nacionales al resto de las provincias. La creación de los Territorios debía ser una cuestión temporaria”, manifestó Justo Lindor Olivera.