La actividad comercial característica de la explanada del Puerto local se trasladó en las últimas horas unos 50 metros, ante las particularidades que presenta la zona ante la crecida del río Paraguay.
La operatividad se simplificó porque las lanchas y canoas que trasladan mercaderías de un lado a otro de la frontera, bajo el control de Aduanas, quedan amarradas al barandal metálico del Paseo Costanero.
En este mismo escenario, el nivel del agua del río Paraguay avanza en forma sostenida en la costa formoseña y este despliegue genera un atractivo extra para los circunstanciales transeúntes y visitantes de la zona. En el recorrido que va desde el Galpón "C" hasta el edificio de la Prefectura, el agua ya superó las barandas metálicas y gana terreno, dejando a los bancos de madera en soledad con el río.
En el lugar, una alberdeña que cruza a diario hacia esta ciudad para trabajar y enviar a sus hijos a la escuela, relató a La Mañana que la situación en la vecina localidad paraguaya es crítica. "Todos los que están ubicados por fuera de las barreras están bajo agua. Y los que se encuentran dentro del anillo de contención sufren los anegamientos que producen las lluvias intensas de los últimos días. Esta crecida es preocupante, porque en toda la costa, a ambos lados, el nivel del río es muy alto", indicó.