El licenciado en matemática y especialista en el área de cálculo fraccionario y sus aplicaciones, Guillermo Romero, brindó su particular mirada sobre el rechazo que existe a las ciencias exactas en la primera y secundaria. Como profesor e investigador, analizó esta particularidad en el sistema educativo y relacionó esta problemática a las prácticas tradicionales de enseñanza.
"Se observa a diario este rechazo de los chicos a la matemática y los números. Lo atribuyo a las ataduras que hay en el sistema a las viejas prácticas de enseñanzas, donde la modalidad es presentar ejercicios y resolver siempre de la misma manera. Para que esto cambie, hay que buscar la manera de aplicar los conceptos matemáticos a situaciones diarias de la vida cotidiana. Que sean cercanas a los niños. Porque son capaces de hacer compras en kioscos manejando operaciones y números, en cambio dentro del aula en muchos casos les cuesta comprender los problemas", manifestó.
Como miembro parte del equipo de sistemistas que elaboraron los distintos ítems de la evaluación Aprender a nivel nacional, Romero explicó cuáles fueron los criterios que utilizaron para diagramar los exámenes: "Se buscó medir el conocimiento en las diferentes áreas de los estudiantes de primera y secundaria. En particular en matemática está centrado en la capacidad de resolución de problemas, desarrollo de juicio crítico para elegir opciones correctas y la comprensión lectora e interpretar de los enunciados para poder resolver las pruebas".