En diálogo exclusivo con La Mañana, el economista Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación "Libertad y Progreso", cuestionó las medidas económicas y sociales que anunció recientemente el Gobierno nacional, indicando que apuntan a "morigerar" y no "resolver" algunos de los problemas de la Argentina. Además, aseguró que con estas decisiones no se logrará una reactivación económica ni se podrá bajar la inflación.También, remarcó que se desconoce la manera en la cual el Estado nacional se hará cargo de los aumentos en el servicio de energía eléctrica residencial, y que tampoco se sabe cómo financiará los créditos a determinados grupos sociales."Con los préstamos para ciertos beneficiarios de planes, algunos sectores sociales tendrán una mejora en su situación, porque contarán con más dinero para gastar. Pero el Estado nacional no tiene más fondos para gastar, y no dispone de financiamiento. Eso quiere decir que aquello que gaste de más en un área tendrá que dejar de gastarlo en la otra", explicó Abram a este diario."La demanda en su conjunto no va a cambiar. A algunos sectores les bajarán los recursos. Esto puede suceder en el caso de la obra pública, por ejemplo, si se recorta por ese lado. Entonces, aquellas personas que dependen de ese sector contarán con menores ingresos y gastarán menos. En paralelo, quienes se benefician con las nuevas medidas van a consumir más. Habrá 'impacto cero' sobre el nivel de producción total. En todo caso, cambiará la composición, porque serán otros quienes producen más y quienes gastan con mayor frecuencia. Por estas cuestiones, este plan no mejorará la actividad económica. Con suerte, no la va a empeorar", especificó el profesional.Por otra parte, el licenciado subrayó que el no haber aplicado el "congelamiento" de tarifas de luz para las industrias y los comercios no implicará un traslado directo de los precios de los servicios a los costos finales de los productos. "La competencia existe; y la inflación no es determinada por las empresas, sino por el Banco Central. El empresario se 'acomoda' a la demanda. No existe la 'inflación de costos'", apuntó.Asimismo, Abram recalcó que con este tipo de medidas no se soluciona el problema de la inflación. "Con la gestión nacional anterior, este tipo de decisiones eran una constante, pero de todas maneras hubo inflación alta. En otros países, no se aplican acuerdos para combatir la suba de precios. Aquellas naciones que sí lo hacen son las que tienen inflación más alta. Países como Bolivia eligen tener un Banco Central que defienda el valor de su moneda", sostuvo.DesabastecimientoEn otro orden, el economista descartó que haya desabastecimiento en la mayoría de los productos, pero advirtió que puede haber faltante de aquellos artículos que forman parte de Precios Cuidados o "Precios Esenciales", debido a que "resultarán menos interesantes de producir, porque la inflación seguirá existiendo y el aumento de costos no se podrá trasladar a los valores finales".Sumado a esto, el analista económico expuso que este conjunto de medidas no terminará del mismo modo que el "Plan Primavera" implementado en su momento por Raúl Alfonsín, pero alertó que puede derivar en una crisis, aunque de características diferentes a la que se vivió en 1989."El propio Gobierno asume que estas medidas no son soluciones, sino paliativos para disminuir el costo social que paga cierta parte de la sociedad argentina; y este plan tiene cierta lógica, porque si la mayoría de las personas creen que este tipo de medidas solucionan los inconvenientes, una gestión tiene que dar un placebo que la gente crea que le va a resolver la vida, sobre todo en un año electoral", agregó.A su vez, el experto consideró que este paquete de medidas derivará en una mayor falta de certezas entre los inversores acerca del futuro de la Argentina. "El hecho de repetir errores del pasado no genera confianza. Por ello, este conjunto de decisiones provoca mayor desconfianza en las acciones futuras de este Gobierno", evaluó Aldo Abram.