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¿Por qué la violencia contra los varones no es violencia de género?

Hablemos de igualdad: por Heliana Guirado, periodista y licenciada en Ciencias de la Comunicación



La violencia contra los varones no es violencia de género. Esta afirmación se viene repitiendo hace varios años, con más énfasis desde la sanción de la Ley 26.485, que protege íntegramente a las mujeres contra la violencia que sufren en los diferentes ámbitos.A pesar de que varios sectores integrados por investigadoras, políticas y militantes feministas aclaran constantemente este punto, se sigue insistiendo sobre una idea errada. No es casualidad que cuando lo dicen las mujeres estas explicaciones pasen desapercibidas, sin ser tomadas en cuenta. Entonces, ahora lo dice el Poder Judicial, en el marco de una sentencia reciente.Explicación del casoSegún relata el sitio ELA (Equipo Latinoamericano de Justicia y Género), el hecho tuvo lugar en Neuquén, donde "la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería resolvió un recurso de apelación interpuesto por el señor Z. P. E. en el marco de una causa sobre hechos de violencia contra su persona". En una decisión de primera instancia, se rechazó la demanda hecha por el hombre que enmarcó los hechos que sufrió dentro de la Ley Provincial N° 2786 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres y en la Ley Nacional N° 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ambitos en que Desarrollen sus Relaciones Interpersonales. Básicamente esto fue rechazado porque no lo consideran como un sujeto protegido por estas normas.   Por supuesto que el señor Z. apeló esta decisión bajo el fundamento de que ambas normas, como hacen referencia a las mujeres exclusivamente, discriminan a los varones.Hay entonces dos jueces, Jorge Pascuarelli y Marcelo Medori, quienes a través de una sentencia echan más luz sobre este tema, que tanta confusión y rechazo continúa generando en la sociedad.Pero, ¿por qué la violencia de género es una definición que se relaciona directa y exclusivamente con las mujeres? Para comenzar, es necesario hacer una breve separación entre dos conceptos importantes: sexo y género.El sexo viene determinado por la naturaleza. Es decir que una persona nace varón o mujer, dependiendo del órgano genital que tenga.El género, en cambio, "es un concepto cultural, ideológico y social, que alcanza una dimensión subjetiva: la identidad".Esto, además, "se vincula con la construcción de una identidad adquirida y aprendida, es decir lo que nos enseñan sobre qué es o no es cosa de 'mujeres' y de 'varones'" (Cuadernillo de Comunicación y Derechos Humanos, de Leticia Beltrán y Heliana Guirado). Esto significa que el género puede ser cambiado para romper con ideas estereotipadas discriminatorias que se transmiten de generación en generación.Teniendo estas definiciones claras, es importante explicar como primera medida que la violencia de género hace referencia exclusivamente a las mujeres porque es su género el motivo de las diferentes violencias que contra ellas se ejercen. De más está aclarar que no existe justificativo para violentar a alguien, pero en este caso es válido explicarlo así.A modo de ejemplo, se plantea la siguiente situación:Mariana y Diego son compañeros de trabajo y están en el mismo piso de una empresa multinacional, desarrollando campañas publicitarias para incrementar las ventas de los productos que la marca comercializa.Lxs dxs viven situaciones de violencia a diario. Diego sufre las burlas y el maltrato de su jefe.Mariana es acosada por el gerente de la compañía, quien en cada reunión habla sobre su ropa, su pelo y cualquier otra característica de su aspecto físico, dejando de lado lo que ella tiene para decir.Ambas personas entonces son violentadas, pero la diferencia principal es que Diego no lo es por su condición de varón y Mariana sí.Aquí es importante hablar de otro aspecto que da lugar a la discriminación: la relación desigual de poder que existe entre ellas y ellos. Esto hace que se naturalice el maltrato y la invisibilización de las mujeres, definida como "la desvalorización social, que surge como parte de los estereotipos en los que se las ha encasillado desde el principio de los tiempos. Un ejemplo concreto es el hecho de afirmar que las tareas domésticas y el cuidado de niñas y niños son tareas que les corresponde realizar a las mujeres como parte de su 'obligación'". (Cuadernillo de Comunicación y Derechos Humanos, de Leticia Beltrán y Heliana Guirado).Por esto, es fundamental aclarar que incluir a los varones dentro de este concepto y, por lo tanto, definirlos como sujetos necesarios de protección en el marco de una ley como la 26.485 (que habla entre otras, de la violencia sexual, económica, física y psicológica) correspondería no sólo un error, sino también un atraso enorme en la lucha que se lleva hace años por romper con el patriarcado como sistema opresor.También implicaría no hacerse cargo como sociedad, de la vulneración de derechos que sufren las mujeres; eliminar de cuajo a la perspectiva de género como herramienta transformadora y volver atrás en el tiempo, para revivir épocas en las que de estos temas no se hablaba.


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