Lejos de su erradicación, los microbasurales diseminados en los alrededores de la barrera de contención que bordea la avenida Ribereña ganan magnitud y representan un riesgo de contaminación del medioambiente.
Los montículos de basura están ubicados a escasa distancia de las aguas del riacho Formosa, a la altura del barrio San Agustín, al igual que en las inmediaciones a El Palomar, Stella Maris y Los Inmigrantes.
En varios tramos de la avenida no está el vallado de caños metálicos que delimita el ancho y esos puntos coinciden con los lugares donde los vecinos de distintos barrios arrojan sus residuos.
"Nosotros no tenemos servicio de recolección porque no estamos reconocidos como barrio. El Palomar nació como un asentamiento irregular y sólo hay servicio para quienes viven sobre la Ribereña. El resto debe arreglarse por su cuenta con la basura. Por eso algunos llevamos la basura detrás de la barrera", comentaron a La Mañana algunos vecinos.
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