Organizaciones
políticas, sociales y de Derechos Humanos repudiaron el beneficio a una prisión
domiciliaria, otorgado por el Tribunal Federal de Formosa, al represor Juan
Carlos Camicha, exsuboficial del Ejército, quien durante la dictadura militar
prestó servicios en el Regimiento de Infantería de Monte 29.
Camicha
había sido condenado en noviembre del 2013 junto a otros 8 genocidas, por los
crímenes de lesa humanidad cometidos en el CCD "La Escuelita", durante los años
1976-78. En la causa "Camicha, Juan Carlos y Otros s/ Asociación Ilícita,
Privación Ilegítima de la Libertad, etc.", le otorgaron una pena de 25 años de
prisión, como coautor de los delitos de asociación ilícita, privación ilegítima
de la libertad agravada en 74 hechos probados, tormentos agravados en 43 casos
y tormento agravado seguido de muerte en 4 hechos.
El
9 de noviembre, una resolución del Tribunal Oral Federal de Formosa, benefició con
prisión domiciliaria al genocida. El repudio y la preocupación de los
diferentes organismos de Derechos Humanos, no tardaron en hacerse eco. "Dado los
antecedentes, el otorgamiento de la prisión domiciliaria no solamente implica
un retroceso en las políticas de Estado sobre memoria, Verdad y Justicia, sino
también la impunidad a quien cometió delitos aberrantes como tortura, asesinato
y desaparición forzada de personas", manifestaron desde la Asamblea Permanente
de Derechos Humanos y Filial Formosa.
En
diálogo con La Mañana, la abogada de
APDH Formosa, Cintia Herrera, comentó que al ser notificada de la medida,
presentó un recurso de reposición con casación en subsidio, con el fin de que
el juez que dictó la domiciliaria revea ese pronunciamiento. "La querella no
estuvo notificada en el incidente planteado por la defensa de Camicha. Además,
la gravedad de la enfermedad no está acreditada. Hay una serie de requisitos
que se deben probar en el expediente, para otorgar la domiciliaria de Camicha,
por ejemplo la edad: y aún no tiene 70 años", reclamó.
Consideran
que la prisión domiciliaria significa un retroceso en políticas de Estado y un
beneficio legal que no corresponde ante culpables de
delitos tan graves y numerosos como en este caso, ya que se trata de un crimen
de lesa humanidad.