Diego Gon fue uno de los ganadores en el Concurso de Artesanías 2018 del Fondo Nacional de las Artes (FNA), en el rubro: cerámica contemporánea. Sus piezas fueron elegidas entre más de 700 que participaron, de artesanos de todo el país. Lo que implica, según lo describió, "un reconocimiento al valor del artesano del interior".
Diego es artesano de la cerámica hace más de diez años. Es formoseño pero vive en Resistencia y su trabajo se reparte entre las dos ciudades: es docente de artes plásticas en una escuela primaria en Chaco, y desde hace dos años, sube más al norte para dar clases en un taller de cerámica. "Cada año me dedico con más intensidad, en las clases y en la producción. Cada vez estoy más comprometido con el lenguaje cerámico", describió.
Explicó que el Fondo lanzó un concurso destinado a artesanos contempéranos y tradicionales de todo el país, que se dividió en cinco disciplinas: textiles, metales y vidrios, madreas y cestería, cerámicas y cuero. Se podía presentar hasta dos obras por cada una. De ahí, seleccionaron un total de 40 obras para participar de la muestra que ahora permanece armada en el Museo de Arte Popular José Hernández, de CABA.
"De esas obras se eligen 10 premios, una para cada categoría y disciplina. Yo gané la disciplina cerámica en la categoría contemporánea. El 26 de octubre fue la inauguración y fui a recibir el premio", expresó Diego cuyas piezas estarán exhibidas en Buenos Aires, hasta el 10 de febrero.
"El concurso es una visibilización del trabajo de los artesanos del interior. Es una puesta en valor de nuestro trabajo, un reconocimiento hacia los artesanos que son muchos y diversos en todo el país", evaluó Diego para indicar que a partir de este espacio, se abre el diálogo con otras personas como un encuentro entre los creadores y los consumidores del arte.
¿Por qué la cerámica?
"No hay palabras para explicar porqué, pero el barro, la arcilla es una materia tan noble y dúctil a recibir formas, que se adapta a cualquier mano y a las necesidades y demandas. La cerámica otorga un amplio espectro de sus posibilidades, desde lo utilitario a la escultura, hacia la bijouterie, hacia los pequeños utensilios, a las grandes construcciones. Participa de la vida cotidiana y dentro de procesos, como el barro, el agua, el fuego, que lo hace tan ancestral y propio al ser humano, y tan fantástico", expresó Diego, invitando a quien se atreva, a explorarlo.