En este sentido, aclaró que el sector de los estacioneros "hará un esfuerzo" para poder pagar ese plus a los asalariados, aunque ello "no solucione los problemas de los empleados".

"En primer lugar, el bono de fin de año es el reconocimiento de una realidad, pero también se impulsa con el objetivo de desactivar una huelga nacional. En segundo orden, a los sindicatos no los controla nadie. En la actualidad, nadie 'se mete' con los gremios ni con el sector financiero. Ellos son los culpables de la situación económica que estamos viviendo en la actualidad, y perjudican a toda la sociedad. También, las autoridades no piensan en la situación de los empleadores", aseveró el referente empresarial.

"Si uno lo mira desde el punto de vista de los ingresos de las personas, este bono de fin de año es algo más que razonable. Pero si uno lo observa desde la factibilidad, uno tiene que decir que las empresas tenemos problemas. Las estadísticas dicen que la Argentina tiene la mayor presión fiscal del mundo. A su vez, nosotros perdemos plata con las modalidades de trabajo que tienen las tarjetas de crédito. El sector dominante que hace que a las personas no les alcance el sueldo es el sistema financiero, y varios sectores, como la Nación, la Provincia y los municipios, recaudan impuestos a través de las Estaciones de Servicio", explicó Bigatti a este diario.

"Uno quiere con gusto pagarles el bono a los empleados, porque son quienes nos están ayudando a que la situación funcione; y lo mismo sucede en las industrias, el campo y los comercios. Nadie se opone a eso, pero hay que buscar los problemas donde realmente se encuentran. El sistema fiscal no contempla las pérdidas que tenemos por ciertas operaciones que realizamos con los plásticos", agregó.