La palabra "peeling" significa descamación o exfoliación y consiste en la utilización de sustancias químicas sobre la piel para renovar sus capas y poder así eliminar imperfecciones y favorecer un color uniforme.
El peeling consigue una disminución de las arrugas, una piel rejuvenecida y bien hidratada, con una secreción correcta de grasa y una buena consistencia y luminosidad.
Los principales componentes que se usan al realizar un peeling son: ácido glicólico, ácido salicílico, ácido mandélico, ácido retinoico, ácido tricloroacético, y ácido kójico.
Aunque no es un procedimiento complicado, debes realizarlo en un lugar especializado y con un dermatólogo o cirujano plástico, además de tener cuidado de no exponerte al sol ni 15 días antes ni 15 días después, usar alta protección solar y productos de belleza suaves y poco abrasivos, que el especialista podrá recomendarte.
Tipos de peeling y beneficios
Todos los ingredientes empleados en los peeling se pueden utilizar tanto para la cara como para el cuerpo, se debe tener en cuenta la concentración porque los resultados serán diferentes. "Por normal general, la piel del cuerpo es más resistente, por lo que si un peeling en la cara lo usamos con una concentración del 30 por ciento, en el resto del cuerpo necesitaremos como mínimo un 50 por ciento para conseguir el mismo efecto". Además antes de iniciar esta terapia conviene realizar un estudio detallado de la piel, valorar si el paciente toma algún medicamento fotosensible y qué tipo de cosmético utiliza.
A continuación, detallamos los ácidos más utilizados en el peeling químico.
Ácido láctico
Es un ácido suave que se caracteriza porque mejora el aspecto de la piel de forma más suave y aporta luminosidad. "Es de los pocos que se podría utilizar antes del verano o para asistir a un evento porque no produce una gran descamación".
Ácido glicólico
Fue el primer ácido con el que se empezó a trabajar, los resultados dependen de la concentración y está indicado sobre todo para pieles grasas. "A bajas concentraciones se puede usar a nivel domiciliario porque la descamación es suave, regular la producción de seco y esa ligera exfoliación hace que los poros se cierren así como supone una rehidratación porque estimula las capas más profundas". En cambio, cuando la proporción de ácido glicólico es mayor, a partir del 70 por ciento se considera un peeling médico, la regulación del sebo es mucho mayor, cierra más los poros y elimina de forma superficial las manchas.
Ácido salicílico
Este activo produce una exfoliación superficial que es perfecta para tratar las espinillas y los puntos negros. Además, esta técnica ayuda a preparar la piel para otros tratamientos más profundos. "Está indicado para pieles acneicas pero hay que tener cuidado si el paciente emplea cremas que puedan hacer que la piel esté más sensible.
Ácido tricloroacético (TCA)
Es el que más se utiliza después del ácido glicólico y su acción depende mucho tanto de la concentración como de la forma y el tiempo que se aplique. "Es exclusivamente de uso médico, ya que tiene unos efectos medios y profundos, para problemas de marcas, manchas y pequeñas arrugas. Si la exfoliación es muy profunda, debemos advertir al paciente de que la piel estará muy descamada en los días siguientes".
Ácido mandélico
Es muy similar al ácido láctico y se emplea mucho después de las vacaciones para personas que requieren una recuperación suave porque su piel no está demasiado dañada.
Ácido azelaico
Actúa a nivel medio y es ideal para pieles oscuras con fototipos 4, 5 y 6 porque evita cualquier hiperpigmentación. Este activo se suele utilizar para pieles grasas y con manchas.
Existen otros ácidos, como el de fenol indicado para arrugas prominentes, así como en ocasiones se optar por la combinación de varios. En cualquier caso, hay que ser muy cuidadosos y valorar el efecto de cada uno de ellos.