La psicóloga y arteterapeuta Carolina Wajnerman dialogó con Cronopio sobre la importancia del arte como transformador social y como un derecho a la expresión en los múltiples lenguajes que nos habitan.
Wajnerman, especialista en organizaciones de la sociedad civil, que se formó en psicodrama y se está maestrando en políticas públicas, señaló que las personas se manifiestan y expresan en múltiples lenguajes: "De muchas maneras, el cuerpo habla, los espacios hablan, los objetos con los que interactuamos, los sonidos y todo eso es lo que el arte tiende a sensibilizar, organizar y permitirnos expresar y aprender. El arte organiza el psiquismo, organiza los colectivos humanos y por eso está muy ligado a la salud, a la educación y a la producción de cultura".
El arte como transformación social es una perspectiva, una plataforma o una clave en la que se piensan y desarrollan hoy múltiples proyectos, tanto en Argentina como en América y en todo el mundo.
En esta misma línea, continuó: "El arte siempre estuvo ligado a la humanidad, nuestra humanidad. Si buscamos a nivel arqueológico, siempre se expresó a través del arte, por ejemplo jarrones cuya función era trasladar agua o una flecha; tenían no solamente la forma que apoyaba la función sino que había algo artístico, dado por el color y las formas".
Así, la función del arte no acaba en la estética sino que también muchas veces es religiosa, política, mística y muchas otras: "Hace a la transformación. Es decir, que el arte tiene muchas funciones, pero además hoy lo que se está haciendo es poder resignificar el rol del arte", agregó.
Explicó que a partir del Renacimiento, se pensó al arte sólo como "bellas artes" y ahí es donde se restringió la noción de arte. Paradójicamente, Grecia, que recupera el Renacimiento, piensa en una noción de arte que es restrictiva; se corre del arte como una capacidad y un lenguaje humano. Hoy estamos pudiendo volver a ese origen y a esa función originaria del arte".
Wajnerman contó que actualmente hay muchísimas prácticas y experiencias artísticas en relación a procesos de transformación social en distintas áreas y que ella participa en una experiencia de salud mental y comunitaria, donde se trabaja con diversos lenguajes artísticos y distintas poblaciones, por lo que consideró: "El arte da respuestas para la promoción de la salud y para la asistencia de distintas problemáticas de salud".
Desafíos
"Tenemos que seguir descubriendo otros modos de pensar y actuar en y a partir del arte. Muchas veces nos viene esa noción del arte propia del Renacimiento y creemos que hay que saber hacer o ser artistas profesionales para poder expresarnos. Esa idea del arte tan restrictiva es lo que muchas veces se impone y nos separamos de nuestra posibilidad creativa, nuestra expresión", planteó.
Resaltó la necesidad de pensar el arte como un derecho de los seres humanos: "Considerarlo así es posicionarse en función del arte como una característica humana y también como una necesidad de todas las personas. Poder pensar la transversalidad de esa necesidad de expresión que se desarrolla en múltiples lenguajes; no es una cuestión individual sino también son derechos de las comunidades de los barrios".
Pensarlo como derecho es brindarle el lugar que merece en los procesos de creación y de distribución de producciones artísticas de las culturas vivas y comunitarias de nuestras sociedades y construir proyectos y políticas públicas que le den ese valor".