Barajar y dar de nuevo. El presidente Mauricio Macri continúa moviendo las piezas de su equipo, tras la devaluación y una inminente batería de medidas económicas que apuntan a reducir el déficit cada vez más. En medio de reuniones en la Quinta de Olivos y llamadas telefónicas, el mandatario decidió que los dos vicejefes de Gabinete, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, seguirán en el Gobierno pero con cargos con menos poder.
En las últimas horas, los rumores señalaban que los dos hombres cercanos a Marcos Peña dejarían sus puestos, pero después de que Elisa Carrió saliera a respaldar sus trabajos, el jefe de Estado optó por que siguieran, aunque con nuevas tareas e incidencias en la toma de decisiones.
En el caso de Lopetegui, se convertirá en un asesor directo del Presidente, y contará con un despacho propio en la Casa Rosada. Desde ahora, ya no reportará más a Peña, un jefe de Gabinete que mantiene su lugar pero más debilitado.
Por otro lado, Quintana se transformaría en un coordinador de las empresas privadas en las que tiene participación el Estado. Ambos cambios se anunciarían oficialmente junto al paquete de medidas para económicas, frente a la devaluación de la última semana.
Carrió salió a defenderlos, pero no alcanzó
Mientras los rumores de un posible desplazamiento de Lopetegui y Quintana crecían, Elisa Carrió salió a apoyarlos a través de sus redes sociales. En Twitter, la líder de la Coalición Cívica escribió que son "los mejores funcionarios" del Gobierno.
La diputada nacional, que no formó parte de las extensas reuniones en la residencia presidencial de Olivos, expresó su apoyo para ambos y disparó que "la verdad está en lo que no se ve".
El sábado, Carrió había asegurado que sostiene "a la República, al Presidente y a su equipo", pero que ella no pide cargos, antes que el jefe de Estado comenzara con la seguidilla de encuentros para reestructurar su gabinete.