Tener una dentadura sana y cuidada nunca ha sido una necesidad especialmente barata. Los expertos recomiendan, al menos, dos visitas anuales al dentista para mantener una salud bucal adecuada pero los problemas económicos por los que pasan las familias en la actualidad impiden, en muchos casos, el acceso a este tipo de tratamientos.
En General Mansilla, ubicada a 70 kilómetros de Formosa, una profesional cordobesa de nacimiento pero formoseña de sentimientos trabaja hace más de 20 años al servicio de la salud bucal en esa localidad, como en colonias cercanas.
Asegura que la Odontología es su pasión y que encontró su "lugar en el mundo" en Mansilla, donde su salud mejora y sus problemas desaparecen.
Historias de Vida cuenta los sucesos que transcurrió la odontóloga Elsa Aída Apértile.
Nació el 11 de febrero de 1965, en Córdoba. Tiene 52 años, es soltera y no tiene hijos.
Su padre fue Pedro Bruno Apértile, falleció en 1994. Su madre fue Elsa Aída Vázquez, falleció en 2014.
Tiene una hermana que se llama Susana del Rosario y 4 sobrinos, todos viven en Córdoba.
Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Adoratrices, de Córdoba.
Estudió en la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Córdoba y se recibió en 1989.
En 1991 fue becada y se trasladó a Buenos Aires para especializarse en Estomatología.
Allí conoció a una profesional formoseña que le habló de la posibilidad de venir a Formosa a trabajar. Así, en 1994 llegó a esta ciudad y en el año 1995 se trasladó a General Mansilla.
"Desde ese día no paré de trabajar, en dos días atendí a 80 pacientes", comentó.
Preocupada por la necesidad de la población y para hacerse un lugar, durante un año realizó trabajos ad honorem en las colonias cercanas a Mansilla. "A los pocos meses que llegué, la gente de Masilla me empezó a conocer pero los de las colonias no, entonces comencé a ir en mi autito, que era un Dodge 1.500, a Yataí, Tres Mojones y El Potrero. En el camino avisaba por la radio para que la gente espere porque iba a visitarlos para hacer atenciones gratuitas. Cuando llegaba la gente salía de las casitas a esperarme en el camino, la gente en agradecimiento me daba verduras, huevos, carne, fue una experiencia muy linda", contó.
Apértile explicó que trabajó siempre colaborando con el intendente de turno y que con el transcurso de los meses aumentó la población objetivo porque además atendía a los pacientes de Villa Escolar y Kilómetro 100.
En el año 2012, por un problema familiar tuvo que retornar a Córdoba, al cuidado de su madre que falleció dos años después.
Conmovedor recibimiento tras 5 años de ausencia
Luego de cinco años difíciles y lejos de "su lugar en el mundo", en enero de este año retornó a trabajar y vivir en Mansilla, porque lo considera el sitio "donde todo lo malo desaparece".
"Cuando regresé todos mis problemas se evaporaron y la gente del lugar me recibió de una manera conmovedora", dijo.
La profesional asegura que luego de más de 22 años de trabajar y observar "las bocas" en Formosa, ya en los primeros 10 años de acción odontológica se observó una mejora considerable. "En Mansilla, luego de un trabajo constante durante una década, se logró equilibrar la salud bucal de los pacientes, que al principio tenían sus bocas destruidas", expresó.
Hasta la fecha, Apértile espera un nombramiento como profesional de la provincia, luego de haberse ganado el aprecio y respeto de los mansillenses.
La mujer comentó que sus conocimientos avanzados en Estomatología hacen la diferencia en sus atenciones, ya que posibilitan importantes avances en materia de prevención de diferentes enfermedades, entre ellas, el cáncer bucal.
En ese aspecto, calificó "muy bueno" el trabajo que se realiza a través de la Red Provincial de Salud Bucal y en el Hospital Odontológico de Complejidad Integrada.
Actualmente, la mujer es contratada por la Municipalidad de Mansilla y atiende un promedio de 23 pacientes en medio día de trabajo. Muchos acuden a las 5 de la mañana para obtener un turno.
Entre sus proyectos a corto plazo está contar con una máquina de Rayos X y en un futuro realizar implantes dentarios, así como también cirugía, para continuar mejorando la salud bucal de los pobladores.
"Venir a Formosa es la mejor decisión que tomé en mi vida, acá hay trabajo de sobra y especializaciones para los profesionales, hay que trabajar con pasión, tenacidad y respeto a la gente, de esta manera los pacientes lo agradecerán", reflexionó.