La Orquesta Reciclados de Cateura se origina en el sitio menos pensado en el que alguien puede siquiera pensar que saldrá algo mínimamente positivo. Nadie pensaría nunca en una orquesta, el vertedero de Asunción, Paraguay.

Alrededor de 1.500 toneladas de basura y residuos domiciliarios llegan allí por día. Como en muchos lugares de Latinoamérica, en esos sitios hay gente que trabaja y vive de la basura. Los “gancheros” seleccionan lo que consideran útil y lo apartan para venderlo.

El proyecto nace en el 2006 cuando el técnico ambiental, Fabio Chávez, que desarrollaba su profesión en el vertedero, pensó que esas personas merecían la posibilidad de acceder a la cultura, una necesidad básica, a través de la música.

A cada mamá o papá lo acompañaba un niño o una niña que también buscaba basura, plástico, cartones, hule. Se preguntó así qué podía hacer para que ese niño no siga los pasos de los padres. En sus tiempos libres, y debajo de una carpa, comenzó a enseñar música a aquellos niños hijos de esos recicladores con quienes él trabajaba.

La idea era solamente darles una opción diferente al trabajo infantil o al pandillaje. Pero rápidamente se fueron sumando muchos chicos y chicas, mas no había instrumentos ni recursos, sólo una guitarra.

Comenzar a hacer instrumentos musicales con material reciclado partió de varios factores; en primer lugar, la cantidad de niños excedía la cantidad de instrumentos que tenían disponibles. En segundo lugar, comenzaron a aprovechar el conocimiento, la habilidad y la destreza que en la comunidad se había desarrollado por años, la de utilizar la basura para responder a las necesidades. Cuando la música comenzó a ser una necesidad, el uso de la misma basura fue la respuesta para crear instrumentos musicales que hacían falta. La basura fue la respuesta.

Los mismos materiales que al principio eran usados para construir viviendas fueron la materia prima que para construir los primeros instrumentos de cuerda. Durante el proceso de “ensayo y error” se fueron probando diversos materiales reciclados para ir construyendo otro tipo de instrumentos musicales. Confeccionaron una guitarra de madera, pero era muy pesada, probaron después con metal. Uno de los recicladores, Nicolás Gómez, dejó de trabajar de juntar basura para vivir y aprendió a construir instrumentos. Hoy es el encargado de hacer los instrumentos de la Orquesta de Cateura.

La iniciativa fue consolidándose y actualmente una escuela de música funciona en la comunidad y a ella asisten 400 chicos; de la orquesta forman parte 60 de ellos que van rotando, teniendo en cuenta las calificaciones, el comportamiento y la asistencia a clases para ser seleccionados.

La Orquesta dio el salto cuando Metallica, la banda de thrash metal estadounidense, los invitó a participar de su gira en Sudamérica. Ese fue el puntapié para ganar reconocimiento. Luego, la cadena de televisión HBO (LandfillHarmonic) realizó un documental de una hora veinte sobre la historia del proyecto y el proceso por el cual Fabio Chávez comienza a enseñar música a niños, niñas y jóvenes del vertedero de Cateura y cómo logra conformar con ellos una Orquesta que utiliza instrumentos elaborados con los mismos materiales reciclados rescatados de ese vertedero. Hoy en día es reconocida a nivel internacional gracias al trabajo que viene realizando.

Cateura es hoy sinónimo de música y alegría, de niños y jóvenes que van superando su situación a través del arte. El reconocimiento llegó y se manifestó en cada uno de los niños que forman parte de la orquesta. Muchos de ellos no tenían ni siquiera certificado de nacimiento, hoy en día tienen pasaporte, visas y han viajado por 40 países alrededor del mundo, logrando trascender no sólo su propia comunidad sino también en el mundo.

La orquesta es una figura que permite de manera colectiva la práctica social de la música y el desarrollo de los valores de sus integrantes. Como dice Fabio, el creador y director de la orquesta instalada en un basurero: “En un sitio donde el mundo nos envía basura, nosotros le devolvemos música”.